En este corredor me pasé la infancia y la adolescencia vendiendo helados, en la fotografía allá al final, se ve la pollería de doña Gloria, donde yo me ponía en una esquinita con mi hielera. Es mi Alma Mater. Cualquiera que se pregunte por qué soy como soy, la respuesta la encontrará en esta fotografía. Es el mercado de Ciudad Peronia, mi gran amor. Soy pues, mercado, paria y arrabal.
No hay nada más íntimo que yo les pueda compartir, esta fotografía, ese mercado, ese corredor, son mi vida, mis poros, mi piel.
Es el lugar a cual pertenezco y a donde un día regresaré.
Gracias Sidia por la fotografía.
En el Día Mundial de la Poesía, mi saludo
Mi saludo: A los campesinos, labradores de la tierra, artistas naturales, sabios universales. A las maquiladoras, a los zapateros, a los huele pega, a las putas sidosas del arrabal. A los jornaleros, albañiles, a los limpia mierda, a los lustradores de zapatos, a los vendedores ambulantes.