Los ojos del corazón
Agarra la escoba y el mango de la pala y comienza a buscar basura para recoger, apenas empieza la tercera jornada de trabajo y Milagros está que se cae del sueño. Se ha maquillado con pastas y pastas de polvos, se bañó en loción y apenas entró en el uniforme ajustado de las caderas, usa bota de tacón mediano, aunque no es necesario como parte del uniforme de trabajo, pero quiere verse un poco más alta. El mes pasado se puso pestañas postizas y se pintó el cabello de rubio encendido, aunque ella sabe que jamás podría ocultar por completo…