Frullato di frutta

Tradotto da Monica Manicardi  Tanita ha sempre desiderato un frullato di frutta, un sogno irraggiungibile nella sua infanzia. Parlavano  dei  frullatori  negli spot radiofonici quando si sintonizzavano su «El ojo de vidrio» di Porfirio Cadena. Che emozione, ricorda Tanita, quando pioveva alla radio, ascoltando il tuono che scuoteva la lamiera del tetto della casa, il rumore delle zampe dei cavalli che camminavano sul selciato: taca, taca, taca, ta…  Si immaginava  che tutto questo stesse accadendo tra le montagne e la sua mente si perdesse tra le strade più importanti, i bastoncini rossi di guayaba e l’erba. Si chiedeva se anche le case di quel…

Continuar leyendo…

Batido de frutas 

Tradução do Beatriz Cannabrava, Revista Diálogos do Sul Tanita sempre desejou um batido de frutas, um sonho inalcançável em sua infância. Os liquidificadores eram imagens da que falavam nos anúncios de rádio, quando sintonizavam a Porfirio Cadena “O olho de vidro”. Que emoção, recorda Tanita, quando chovia no rádio, escutar os trovões que sacudiam o teto da casa, o som dos cavalos caminhando sobre a rua: taca, taca, taca, ta…    Imaginava que tudo aquilo acontecia entre os montes e se lhe perdia a mente entre os caminhos reais, os pés de goiabas vermelhas e os “zacatales”. Perguntava-se nas casas desse lugar…

Continuar leyendo…

Smoothie de fruits

Traduit par Bernard Tornare Tanita a toujours rêvé d’un smoothie de fruits, un rêve inaccessible durant son enfance. Les mixeurs étaient des objets magiques dont on parlait dans les publicités à la radio quand on écoutait Porfirio Cadena, « El ojo de vidrio ». Quelle émotion, se souvient Tanita, quand la radio diffusait des histoires où il “pleuvait”, et qu’on entendait le tonnerre faire vibrer la tôle de la maison, ou les sabots des chevaux claquer sur les pavés : tac, tac, tac, tac… Elle s’imaginait que tout cela se passait entre les montagnes et son esprit se perdait sur les…

Continuar leyendo…

Licuado de frutas 

Tanita siempre anheló un licuado de frutas, un sueño inalcanzable en su infancia. Las licuadoras eran voladas de las que hablaban en los anuncios de radio cuando sintonizaban a Porfirio Cadena “El ojo de vidrio”. Qué emoción, recuerda Tanita, cuando llovía en la radio, escuchar los truenos que sacudían la lámina de la casa, el sonido de las manitas de los caballos caminando sobre el adoquín: taca, taca, taca, ta…   Se imaginaba que todo aquello acontecía entre los montes y se le perdía la mente entre los caminos reales, los palos de guayabos rojos y los zacatales. Se preguntaba si…

Continuar leyendo…

Arte | Pintura

A finales del invierno, cuando la primavera comienza a dar pequeños suspiros, asomando en la lejanía, entre la niebla y la lluvia, hamaqueándose en los días de hielo negro y nieve algodonada, de la tierra emergen las primeras flores. Pequeños brotes que alegran el alma con la ilusión de los cerezos en flor, el aroma enloquecedor de las lilacs y el canto de las aves. Serán los días de lluvia de chipi chipi y niebla espesa como los dulces de algodón hilándose en las manos de los vendedores en las ferias patronales. Las flores son blancas, pero pinto a mi…

Continuar leyendo…