La norteada.
Para cuando había cumplido un año de haber llegado a Estados Unidos me invitaron a un baile, cuando me lo dijeron me quedé suspirando porque en mis tiempos eran toques, “vamos al toque de la calle tal” aquí es ir al baile. Las añejas suspiran porque en sus tiempos era ir al repaso y mi mamá que siempre habla de los tiempos de la zarabanda. Yo que no andaba con ánimos para salir dije que no pero una mexicana me alegró cuando me contó que había en vivo música de quebradita y también norteña, pensé en las barridas de pino…