Post frontera. (XLV)

País de residencia: tío Lilo. A las siete de la mañana del día 23 de diciembre del año 2011, recibí una llamada telefónica en la que mi hermano me avisaba que había muerto mi abuelo materno. El hombre más importante de mi vida. De tío Lilo no recuerdo nada de cuando vivíamos en la zona 8 capitalina, en cambio tengo claras las imágenes de cuando se fue a Ciudad Peronia a zanjear el terreno donde mis papás construirían la casa, el hombre dejó a mi abuela (nía Juana) y parcela en Comapa y agarró camino para la capital, sin pensarlo…

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Post frontera. (XLIV)

País de residencia: desarraigo. Un día me dijo una amiga muy querida que yo parecía barrilete sin hilo, de esos que estando en las alturas de repente se les revienta el hilo y quedan coleteando. Así mismo me sentí durante muchos años, sin tierra firme donde poner los pies y estabilizarme. Mi agonía por Guatemala me arrastraba con ella. La diáspora realmente me volvió polvo. Respecto a Guatemala confundí la identidad con ese nacionalismo que nos enseñan en la escuela, para mí era primero Guatemala, segundo Guatemala y tercero Guatemala y el que opinara lo contrario lo dejaba hablando solo.…

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Post frontera. (XLIII)

País de residencia: las llamadas telefónicas. ¿Qué podía hablar con mi Nanoj si había emigrado precisamente por la pésima relación que llevamos? Pero en los primeros años de emigrada la situación estaba tensa y si mucho lográbamos hablar unos cinco minutos porque hasta ahí nos daba el ánimo, terminábamos discutiendo y pasábamos meses sin comunicarnos. Mi hermana mayor que siempre ha tratado que la familia esté unida era la encargada de abogar por una y por la otra, enfurecida le decía: los problemas entre mi mamá y yo no te corresponden dejá de andar de santa y caritativa tratando de…

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Post frontera. (XLII)

País de residencia: reserva forestal. Una tarde del año 2007, saliendo del trabajo entré a un de las reservas forestales que están cerca de donde vivo, llevaba viendo el rótulo forest preserve a lo largo de cuatro años y no me animaba a entrar. De estos bosques protegidos hay en todo el país, es raro el pueblito que no cuente con uno, me había negado durante 4 años porque los encinos me hacían recordar mis días de barrancos en mi infancia y para andar con nostalgias estaba yo. Pero esa tarde sin pensarlo dos veces estacioné el automóvil y caminé…

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Post frontera. (XLI)

País de residencia: la oportunidad. Cuando menos la esperé, después de desahuciada, cuando ya me había resignado, cuando había dejado de luchar llegó la oportunidad de mi vida. Recién iniciando en el arbitraje de fútbol en Estados Unidos, comencé a trabajar en distintas ligas, unas ubicadas en suburbios y otros en el ciudad de Chicago, árbitros, jugadores y dirigentes que me veían dirigir me querían en sus ligas, avisaban a los asesores arbitrajes y estos me contactaban, así fue como trabajé en ligas latinoamericanas, asiáticas, africanas, europeas y estadounidenses. El inglés ni falta me hizo, además que ni lo hablaba.…

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Post frontera. (XL)

País de residencia: la desgraciada. No pasó mucho tiempo para que yo me volviera a decepcionar de mi familia, las remesas eran desaprovechadas, las encomiendas en lugar de ser obsequios que debieron ser recibidos con agradecimiento fueron al contrario temas para discusiones, esa blusa no me gusta, esos zapatos no son de marca, esa no era la loción que pedí, ¿solo eso mandaste? Se te olvidó enviarme lo que te encargué. No solo sino que también. Solo las primeras tres encomiendas me hicieron feliz, me gocé todo el proceso de juntar el dinero, ir a comprar los regalos e imaginarlos…

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Post frontera. (XXXIX)

País de residencia: la casa. (III) Una tarde de noviembre de 1998 regresando de tramitar papelería de recién graduada, toqué la puerta de mi casa en Ciudad Peronia, abrió un vecino que con una sonrisa burlona me dijo que ésa ya no era mi casa porque mis papás se la habían vendido, de una patada empujé la puerta y entré, estaba vacía. Un dolor sordo se apoderó de mí y enfurecí. Ya había escuchado rumores de que mis papás querían vender la casa, es más mi mamá nos lo había mencionado en todo burlesco en más de una ocasión, pero…

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