En el refugio de las moscas.
Donde ninguna tranquilidad habita Viajan los sueños rotos Agazapados en las miradas vacías De quienes en éxodo clandestino Se aferran al óxido de un vagón De un tren que no va hacia ningún lugar En el refugio de las moscas Lloran los silencios que emigran Las soledades que emprenden travesías En masivas cofradías de un mismo dolor Que no entiende de idiomas ni de color ¿Quién los ve? ¿Quién las escucha? ¿Quién los entiende? ¿Quién las ayuda? ¿Quién los percibe? ¿Quién las respira? Caminan sobre las llagas de los desiertos Imaginado oasis de oportunidades Se ahogan en el agua salada…