Culeada
Campante, estaciono el automóvil a unas cuantas cuadras del lugar, y salgo a caminar por las calles cercanas al Boystown, es verano y también es la fiesta de cuadra de la comunidad LGBTI en Chicago. Fiesta que no me he perdido en los últimos años. Es un ambiente maravilloso, de libertad y que me encanta. Escenarios por doquier, arte callejero, organizaciones pro derechos humanos, ambiente queer, no apto para homofóbicos, es una pequeña feria para quienes disfrutan de la diversidad. Y cada año la espero con ansias.