La juventud de extramuros.
Hasta ofensivo es decirle a la mocedad que habita en las alcantarillas de las clases sociales, un insolente e irónico, ¡Feliz Día Internacional de la Juventud! Celebramos con júbilo el fracaso de un sistema que los amordaza, los degasta y los consume lentamente hasta obligarlos a renunciar o a emigrar forzadamente. El mismo sistema y el mismo patrón de sociedad que se atreve con aires de rectitud a condenar la existencia de las maras o como se les llama oficialmente en otras latitudes del idioma: pandillas. Cuando uno lee la resolución 54/120 I, con la que las Naciones Unidas declara…