Epitafio a Sandra.

Y qué te lloran Si ya descansás De esta vida atribulada Si ya te fuiste a otro lugar Serás cenizas, serás nostalgias Y qué te lloran Qué te celebren Fuiste alegría Algarabía, ya descansás     Son los lamentos Y tantos vientos Las hojas secas Y nevará Vos ya te fuiste A otro lugar Vendrá el invierno Y la primavera Y tu alegría florecerá     Andá con calma A tu morada Qué lloren quienes quieran llorar Yo te celebro Con alegría Tu algarabía Será el verano Y aquellos días Qué nunca se van     Vos viviste A borbotones…

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Los emigrados sin nombre, sin patria y sin huellas.

I. En la madrugada de un domingo cualquiera En la tarde de un jueves inusual Los días no importan, no tienen nombre No tienen horas tan solo la pena que solloza la muerte   La muerte de los indocumentados que de paso van Con los labios secos, con el sudor en sus frentes Cargando en sus hombros la dificultad Caminando desiertos, sangrando sus pechos Las vidas sin techos que marchándose están   Los días sin nombre se llenan de ausencias Los minutos espesos se vuelven sopor Dolor en el alma, dolor en el cuerpo Caminan los muertos de la migración.…

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A tiempo de tempestad

A tiempo de tempestad, te busqué para detener las agujas del reloj, posada como sombra de ocaso sobre una laja de quebrada seca, brisa recurrente, cuento los fantasmas de aquellas amuralladas ansiedades, en las hojas que el viento sopla hacia el lugar donde se desatan los infiernos; y plácida te digo amada mía que, me has libertado. Ilka Oliva Corado. Nov. 8 de 2014. Estados Unidos.

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¿México, ya se cansó?

¿Se han cansado las madres de las desaparecidas de Juárez y Puebla? ¿Se han cansado las campesinas explotadas que cortan el tomate y el café? ¿Los hombres robustos que mezclan el cemento y construyen con sus manos las mansiones de sus opresores? ¿Los adolescentes esclavizados en las maquilas? ¿Se han cansado los vendedores ambulantes que la policía desaloja a golpes? ¿Se ha cansado el hambre? ¿El frío? ¿El silencio? ¿Se ha cansado la niña que es transgredida una y otra vez en las casas que todos sabemos que existen y aceptamos como privilegio cultural? ¿Se ha cansado la impunidad? ¿La…

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Un grito de auxilio.

Desde un desierto En una balsa En lo alto de una muralla En la orilla de un río En el eco de una montaña En lo oscuro de un túnel En el camino espinado En las fauces de un muro Un grito de auxilio Qué nadie escuchará. Un golpe certero ¿Quién quiere emigrar? Un grito de auxilio ¿Vida dónde estás? Un grito de auxilio ¿Quién quiere escuchar? Un grito de auxilio ¿Quién acudirá? Silencio absoluto Fue un murmullo nomás Así sopla el viento en la adversidad. ¿Fue un grito de auxilio? No, los que emigran no saben gritar, lloran en…

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Aquilino.

Nos tiramos por el desierto de Sonora y logramos cruzar a Arizona pero la Patrulla Fronteriza nos agarró. Nosotros íbamos caminando entre los matorrales y nos faltaban como cuatro kilómetros para llegar a la carretera en donde nos iban a recoger, nos dijo el coyote, pero nos salieron como veinte hombres armados y entre la oscuridad de la noche apenas pudimos distinguir porque nos cegaron con las luces de sus linternas. Eran de la Patrulla Fronteriza. Intentamos correr pero nos tenían rodeados, éramos 24 los que íbamos y con el coyote hacíamos 25. A todos nos violaron ahí mismo, pero…

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Remedios.

Me agarró del pelo y me tiró sobre las vías del tren, me dijo que si no colaboraba me iba a ir peor. Yo llevaba a mi niña de tres años porque en California nos esperaba su papá, mi esposo. Ya había enviado a mis dos niños grandes de 10 y 12 años. Se los llevó un coyote del pueblo y los pasó por el lado de Tijuana. Solo quedábamos mi niña y yo, esperamos un año para ahorrar y ajustar para pagar lo del coyote y el traslado. Pues uno vive en la miseria y buscando sustento y mejor…

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