La avenida Bolívar se está petateando…

La avenida Bolívar se está petateando… Algo así era el nombre del artículo que leí hoy en Revista Domingo. Al observar esas fotografías de tan vulnerable fachada, montañas de recuerdos se dejaron caer de golpe sin pretender amortiguar con el suspiro la nostalgia de años pasados. La avenida Bolívar, llena de remiendos, sin necesidad de cerrar los ojos veo en éste instante los colores de aquellos comercios, los gritos de: “pase adelante seño, pregunte sin pena”, durante años anduve recorriendo en camioneta, a pie, en bicicleta esas pellejosas calles, estoy impregnada del olor de la Superpan, de la Iberia (con…

Continuar leyendo…

De los aguaceros de mayo y el sopor de la melancolía.

La tarde del «sábado chiquito» como llamaban al día viernes en Guatemala, Martina salió de su trabajo, a miles de kilómetros de distancia del país tercermundista (como lo llamaban los extranjeros pero para ella era esa joya invaluable que añoraba volver a ver). Había partido 16 años atrás en un día soleado de octubre, como todo aquel que emigra: pensando regresar en dos años, porque decían, los que iban de visita: “en el norte la paga era buena”. Ir a fajarse durante un par de años se levantaba cabeza y regresar con algo de que disponer. Pero entre tanto tushte…

Continuar leyendo…

De a vara y un tostón en las horas pico.

Cantan los gallos en la fría madrugada de un día como tantos otros: simple, gris y descolorido en la vida de la plebe; una jornada laboral más se anuncia. Cansado se levanta el trabajador, con el sueño pegado en la piel, el ardor de ojos, el dolor de los callos en los pies, con las tripas chillando  por el  hambre y los sueños olvidados entre la congoja de la triste realidad. Poco a poco se van encendiendo las luces de las casas y se escucha el movimiento de la población: las jarrillas despeltradas que llevan hirviendo en sus entrañas el…

Continuar leyendo…

Entre la FM Joya y el Voceador de Periódicos.

Lo que va recorrido del mes de abril ha sido para mí de puros reencuentros, despeñaderos y encontronazos con las nostalgias y las bandidas añejas melancolías. Todo empezó cuando un amigo que radica en otro de los estados vecinos del área norte del país, llamara por teléfono para departir es decir; casaquear y ponernos al día de las peladeras semanales que no faltan en una relación entre chapines. Lo primero antes del habitual, ¡hola vos!, es preguntar por el estado del tiempo, en éste sector te informan del tiempo cada diez minutos, en los programas televisivos, en las estaciones radiales,…

Continuar leyendo…

De: Gasofa; La Lica y otras Tamarindeadas…

El año pasado, cuando recién se regó la bola con la noticia de que la película guatemalteca Gasolina, había ganado un importante premio en el festival de cine de San Sebastián, en cuanto se enteraron los organizadores del Festival de Cine Latino de Chicago, se dieron a la tarea de talonearla, para traerla a escena, pero nones, por alguna razón no se pudo hacer el trance en esa oportunidad. Y éste año, nos encontramos con la novedad, de que sí: sí desfilaría la muchachona.Pues los que nos enteramos antes de que se anunciara por medio del festival, nos dedicamos a…

Continuar leyendo…

El tayuyo del migrante; la otra cara de la choca.

El tayuyo del migrante; la otra cara de la choca. Urbe, moda e industria; poder ego y crisis económica bañan los horas de éste claustrofóbico país en el que perecen los sueños y realidades propias del emigrante.El último bostezo del somnoliento invierno se lo ha llevado a rastras el ya tísico Domingo de Resurrección. (Ya era hora). Saludos nos dejó y una altanera consigna de regresar en un soplo para blanquear nuevamente en diciembre las penas que transan a ésta ciudad. Como si no fuera ya suficiente que las cáscaras emocionales nos hamaquean la existencia… Y es que; el invierno…

Continuar leyendo…

Easter en Semana Santa.

Hoy como en años anteriores me despertó el llanto de las campanas de la Merced, Santo Domingo, y las de la iglesia de mi pueblo Comapa que venía envuelto en el eco sonoro del rugir del viento. Gozosa oliendo a corozo y perfumada con el morado pálido de las jacarandas, me levanté y para mi sorpresa el ambiente en mi casa estaba impregnado con ese mezcla de olores propios de ésta temporada, del incienso de mi juventud y pensé:¡es Domingo de Ramos! Mientras los árboles se desperezaban del invierno agonizante , la primavera nos empezó a coquetear haciendo de las…

Continuar leyendo…