El tayuyo del migrante; la otra cara de la choca.

El tayuyo del migrante; la otra cara de la choca.

Urbe, moda e industria; poder ego y crisis económica bañan los horas de éste claustrofóbico país en el que perecen los sueños y realidades propias del emigrante.
El último bostezo del somnoliento invierno se lo ha llevado a rastras el ya tísico Domingo de Resurrección. (Ya era hora). Saludos nos dejó y una altanera consigna de regresar en un soplo para blanquear nuevamente en diciembre las penas que transan a ésta ciudad. Como si no fuera ya suficiente que las cáscaras emocionales nos hamaquean la existencia… Y es que; el invierno en su desenfrenada hermosura, que pasma las miradas de quien lo observa, es también una temporada laboral muerta, los emigrantes que trabajan al aire libre son opacados por la grisácea nube del desempleo, en invierno se guardan las palas, las piochas, las cucharas de los albañiles, las escobas de quienes limpian las calles. Los recursos materiales de todo aquel que labora a la intemperie se sopletean las horas amontonados, aperchados y apelmazados en la oscuridad de una bodega. Y las manos que las maniobran se las peluchean, trasquilan y mosquean también, pero en la sala de su casa rasgando los últimos centavos de un sueldo mísero obtenido en tiempo de cosecha…

Quienes trabajan en la jardinería generalmente son latinoamericanos y específicamente centroamericanos, en tu quinto sueño vas a reparar en que un argentino esté cortando el césped, en tus días de goma de observar a un colombiano sembrando una planta bajo la ardiente parrilla del sol, ni en tus mejores sueños de espiar a un asiático chapeando el zacate, Dios me guarde de empanzarte las pupilas con una espalda polaca, dorándose tratando de limpiar y destapar un desagüe. Hasta para los trabajos dejados, tirados y obsequiados a los migrantes hay esa división de clase si querés verlo así. Respecto a las rosas que engalanan éste jardín: las mujeres, la historia pinta distinta, se trabaja de asistenta doméstica: ajá. Sos mil usos te contratan como niñera con un horario de ocho horas por ejemplo, trabajás doce y te pagan ocho y si te gusta bueno sino, andá botá pulgas a otro lado, pero que bueno que de niñera solamente; ahí te vas de limpieza, mamá, esposa, psicóloga, entrenadora y de lo que caiga, al puro tanteo te vas haciendo los quites. Aclaro: esto pasa generalmente, no me crean del todo. Y podría desmenuzar mil historias más que suscitan en los diferentes trabajos de los millones que hay aquí con todo y sus variantes.

Así es; la Semana Santa se ha marchado de un suspiro, arremolinada por el austral viento irreverente de ésta metrópoli bipolar, los acontecimientos más importantes (para los que se creen los dueños de la Cabaña del Tío Tom) han sido la inauguración del campeonato de béisbol nacional , (deporte por el cual palidean muchos) y la famosa Easter, ( Pascua) con su tradición de huevos escondidos… paridos, puestos y revueltos por conejos…
Ahora quien está acampando a todas sus anchas en ésta enorme nación de poderío es: la parca crisis económica que tiene a todos bailando sobre un pie, ya no a ritmo de Rock and roll sino del mismísimo asombro, aspaviento, alharaca y duranguense (perdón éste último se me coló, pertenece a otra historia) ahora cedió el paso a la conmoción de tener que regresar del viaje eterno el cual tenía a muchos vacacionando en las estrellas. La algarabía, económica ha pasado a ser caduca, huesuda, calaca; en buen chapín: valió… fondeó, le dieron baje, se petateó, le dieron cicuta y la bebieron a boca de jarro… ahora la pena, pepena y ahuevamiento es que el barco está perdiendo la dirección, el timón ya no funcio; por falta de engrase ha de ser… y aunque nos masquemos, maleemos con energúmena incisiva; es que en el barco vamos todos ( y ni pura estaca de que en el amatón me apeo o en la 18 calle para el que habita en el casco urbano) los que estamos de éste lado del cerco de oro y quienes pavonean sueltos en el zacatal aún “libres”.
Tal parece que los telúricos movimientos de tierra que suceden en otras laderas están afectando a la urbe bañada de imperialismo, que se encuentra lejos de la campiña…

El lazo siempre cede, se rompe… lo cortan, le dan el tajazo, chajazo y filazo por el lado más débil y fino, así que en gringolandia los primeros que se quedaron en su mayoría sin empleo fueron los que hablan (mal pero lo hablan si lo escriben no tengo idea) el castellano y medio mastican tartajos la lengua de Shakespeare. Desde hace un año viene en agonía el desempleo, larga y fría petateadera que éste año terminó de fusilar las pocas esperanzas de quienes pretendían regresar a sus horas habituales de trabajo. Se espera que en lo que le queda de vida al ya pronto difunto año, se nivele el agua de la piscina porque ahora mismo todos nadamos en el mismo charco.
Lo único que no se ha perdido son las miradas sumisas de quienes vinieron (con su mecapal cargado de deudas) ilusoriamente a la tierra en donde los sueños se hacen realidad. Pero de sueños solo sabés que los dejaste en algún lugar del nopalístico y fantasmagórico alfombrado del desierto, prendidos en alguna de las tunas y dunas que con ligereza de zorras te aparecen alucinando tus sentidos. No tengo idea de las causas que generaron y siguen empujando la emigración. (Me refiero a entrar en intimidad con la historia porque así al tanteo bien tengo noción…) Pero sí estoy segura que salvo algún zafado de la chaveta, viene en plan de aventurero; (esos ya caducaron y quedaron soterrados en las páginas de las novelas entonadas con la fiebre del oro en California) la mayoría viene forcivoluntariamente.
La historia del migrante en éste lado del río se zurce diferente, la insidia lo trae desde su país de origen, con el afán de conseguir a cómo dé lugar (trabajando) los dólares que allá muy pocos han tocado, pero la hazaña no termina con llegar a tierras que en antaño fueran de la libertad de los nativos americanos.

En sus miradas se reflejan noches de tortura, de calvario emocional y físico, se desvanecen en sus pupilas las caminatas y carreras emprendidas a lo largo de cientos de kilómetros: fulguradas de espanto y miedo. Destilan sus pupilas temerosas la proeza de una travesía emponchada de mil imágenes grotescas vividas en la oscuridad de la noche, en el frío despiadado de la madrugada que te entume los huesos, bajo el azote del sol en un desierto que más vivo que muerto te llama, te agarra y te mete tus planazos para no dejarte salir de sus garras, los nopales se vuelven carnívoros y estiran sus largas ramas seductoras, para sofocarte la piel con lo caliente de sus tunas, si caés las piedras filosas te abrazan, no importa cuánto intento hagás para pedir ayuda que nadie se detendrá de su carrera para socorrerte, porque en esa peripecia estás solamente vos y tu alma y si no te agarrás bien de quien dirige tus pasos en ésta tierra , la corriente te arrastra te seca y te mata la esperanza.
Pero esas casacas, tushtes y cuentos, no los creen quienes se encuentran preparando el viaje pa´l “ norte” no hay manera de hacerles entender que la vida la llevas para darla de enganche que no importa si sos hombre o mujer en mano de coyotes vos sos lo relativo a una plasta de mierda para abono. Muy tu profesión en tu país, muy tu cuello, muy tu apellido, (para los subiditos de tono que creen que un cartón de un título los puede salvar de ser un simple mortal) en la travesía y en gringolandia vos sos un sope con hambre. De los muchos que se apuestan en las ramas de los árboles…

La otra cara de la choca… (en cuanto a travesía) la sufren quienes pertenecen al Caribe, de las islas que con su belleza de embrutecen los sentidos, salen inmensas balsas que en sus vientres llevan volátiles deseos de superación. Son cientos de almas las que se amotinan aperchadas en un principio; con la lucidez de un charamila, en su tercer día de goma, la pobreza y el hambre los azo
ta, les ha robado la noción del tiempo y la realidad, la decisión está tomada y no hay nada ni nadie que le impida llegar a aguas de los Yunai… nada salvo: la muerte.
Mil historias circulan diariamente entre noticieros, periódicos y la más cercana a la realidad: de boca en boca. Nadie en su desidia por llegar a éste país se detiene a pensar que puede pagar la imprudencia hasta con ribete, la muerte sería el abono más lejano, el último por decirlo así, porque son varios pagos los que han de hacer antes de cancelar la cuota en su totalidad, y en éste caso, lo tiburones y la fauna marina, son despiadados ante la carne humana. El hambre tras días de flotar al compas de las olas, perdidos en la inmensidad del mar hace que el último hálito de vida se extinga esfumándose entre la humedad del Caribe la esperanza de obtener un futuro mejor, como si expirar no fuera suficiente, el cuerpo aún tibio se convierte en muchos casos en alimento para quienes sobreviven a la declive que emborrona la fatal travesía.
Historias para contar hay muchas, pero no se trata de contar sino de evitar que éstas surquen en el futuro.

Frío, miseria emocional, goma de patria, jaqueca del cobijo de hogar se arremolinan en ésta primavera, aquí dejás de ser Juan y te convertís en John, las Paulina se convierten en Polaina, Las Laura en Lora, Los Carlos en Charles, los Jorge (que allá son Coca) en George, los Pedro en Peter y las Ilka, ¡Hmmm!, las Ilka bueno la única que yo conozco se convierte en Martina, pero esto sólo sucede en mayo, en el mes de las flores…
Así es que hasta el nombre le cambian a uno sino anda chispudo, es primavera y empieza a echar sus primeros toques… la melancolía, la temporada con su lluvia interminable me abraza los sentidos, hasta dejarme borracha emponchada con la nubosidad de la perenne neblina, una estación con pocos focazos de lucidez que me permiten percibir que en la eterna perseguidora e intransigente lejanía, soy parte de las flores de éste jardín, que soy una emigrante más, que no me puedo quitar de la cabeza mi yagual porque al igual que todos cargo a tuto mi tayuyo y a mecapal la agonía de una primavera sin igual que yace fresca en mis recuerdos…

Ilka Oliva.
Miércoles (de dos por uno) .
15 de abril de 2009.
Estados Unidos.

Un comentario

  1. Linda señorita la felicito por esa inspiración tan barbara que tiene, le mando millones de besos y la felicito por siempre luchar por sus sueños, y al menos esté lo cumplio, publicar sus poemas aunque sea en está página…besos enormes…tkmiles

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.