Faltan cinco pa´ las doce el año va terminar…
Como si no fuera suficiente con la nostalgia del mes, agregá el frío del destierro, la soledad de la diáspora, diciembre engalana con sus pascuas, las manzanillas, sus nacimientos, los pinabetes, el ponche, los tamales y los celajes de ensueño. Sin embargo en la recta final los días apremian con su nostalgia: la Navidad lejos de casa, para quienes emigran y para quienes se quedan: la ausencia del ser amado. De los dos lados he estado, y ninguno me hace gracia. En ambos se sufre igual, quien se queda extraña y el quien se va también. Esa ausencia le da…