La realización de los sueños
Recuerdo patente ese instante, las palabras atragantándose en mi garganta si poder salir se arremolinaban, el corazón me latía a mil y el encantamiento apenas me dejaba dar el paso. Salí de aquel lugar atolondrada a encontrarme con la luz pálida de la tarde abrazando la noche, miré a mi alrededor, tomé aire y caminé con dirección a la parada de autobuses, estaba en la zona 1 de la capital guatemalteca y tenía 17 años. El magisterio de Educación Física se estudia todo el día de lunes a viernes, para que los alumnos descansáramos un poco nos daban una tarde libre…