Arcadia
Lo ve asomar con sus once ovejas, cayéndose macho de bolo se ha gastado el sueldo del mes nuevamente. A Arcadia le contaron que lo vieron desde el medio día chupando en el bar de la Maruca Quezada. Desde la ventana de la cocina lo mira subir la cuesta de adoquín, atrás camina la yegua con el aparejo vacío el asoleado no ha comprado el frijol ni el máiz. Ni la media de gas, ni las candelas, ni la libra de azúcar. Ni la sal ni el bicarbonato, ya no hay cal para cocer el nixtamal, ni la media de…