Para mediados de julio, los campos, parques y arriates se llenan de flores silvestres. Flores que revientan cuando el verano está sazón, en su tiempo de canícula. Entre estas los mirasoles o los distintos tipos de girasoles silvestres que dan la bienvenida a agosto, el mes de los girasoles. En las afueras de la ciudad, hay fincas donde dedican manzanas y manzanas de terreno a la siembra de girasoles, entonces los campos se tornan amarillos con esas flores hermosas de pétalos deslumbrantes que miran hacia el sol.
Desde mi tiempo en Guatemala me gustan los girasoles, pero aquí me enamoré de ellos profundamente, tanto que espero agosto emocionada solo para visitar los campos y disfrutar de belleza tan única. Los mirasoles me recuerdan mucho a la arada a donde iba a pastorear las cabritas y los cochitos en mi infancia. Aquí tienen distintos nombres y sus semillas son más caras que las de los girasoles, cuesta encontrarlas en los viveros. Me gusta todo lo silvestre, lo simple, el zacate, las flores que no necesitan de cuidados y que resisten a los cambios climáticos solas y ahí solas revientan llenando de color los campos.
Julio es el umbral de agosto y sus mirasoles llenan de alegría mis días.
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Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado
22 de julio de 2020.