De aquel grupo de lectura
Nunca pude participar en ningún grupo de lectura, bueno sí, una vez, recién llegada a Chicago. Dije, nada pierdo con intentarlo, tengo libres esas horas así es que iré, me atravesaba la ciudad para ir, pero me fue como en feria. Lo jodido que es sentarse a conversar con un grupo de escritores y poetas no sé qué. Los egos salían de las tazas de café caliente y se trepaban por el techo en competencia de ver quién de ellos llegaba más alto. Al final, de la trama del libro se terminaba hablando pura estada, es decir: nada. Yo era la…