La etiqueta.
Vivimos en un mundo donde las personas somos etiquetadas en cuanto a nuestros valores morales, costumbres, carácter, normas sociales, clase social, ideología, color, credo, grado de escolaridad y también por supuesto por nuestra orientación sexual. Han pasado dos semanas desde que publiqué la fotografía con mi propia manifestación, el cartel decía: “Soy Ilka, enajenada, heladera, mil usos, escribana y poeta. Calle de doble vía indocumentada y puta. Bi género o sin género si preferís. Socialista. Pero no soy Camisa Blanca ni Come Mierda. Sí, anti homofóbicos y mustias. Qué nos definan las acciones no las palabras.” En la última línea…