De independencia gringa.

Cada 4 de julio Estados Unidos se llena de latinoamericanos hijos de papi y mami que viajan a celebrar la independencia gringa y guatemaltecos  no digamos, sobran en Chicago los mirás  panza arriba en la orilla del lago Michigan tomando el sol con una cerveza en la mano, en la noche aplaudiendo los fuegos pirotécnicos y más tarde alelados en las discotecas gritando ¡América libre! Son quienes más discriminan a camareros y meseras. Son quienes vienen a llevarse la tienda completa de Los Secretos de Victoria y Old Navy, por las ofertas claro.
Las pisaditas vienen en busca de un gringo, han pasado a dieta todo  un año  para verse flacas y llenar con esto las expectativas visuales de los ojitos azules en las discotecas y en las  playas del lago,  se lanzan regaladas a quien quiera tomarlas, mientras sean ojitos azules y gringos o descendientes de europeos pero nacidos aquí vale pura estaca si   es ladrón,  -por lo regular atraen a personas de su misma calaña-  o si el título de universidad se lo compraron –como a ellas en la universidad privada donde papi y mami son amigos de los dueños.
Sexo gratis en la madrugada en las afueras de la discoteca, en el carro, o en un motel  con la suerte de salir preñadas de un gringo y ensamblarle la cría para casarse  y quedarse de una vez aquí o bien irse bien retozadas y contar a las amigas cómo son de perversos –asoleados- los gringos en la cama.
Más fácil la tienen los guatemaltecos que viajan, porque a las gringas con que sea latino y mueva  bien las caderas ya estuvo que les dieron para sus dulces sin tanto ajetreo  y sin pasar por aduanas  ni en la báscula, ellas ponen los condones, pagan el motel y les dejan propina. ¡Es 4 de julio! Ellas al mandado y no al retozo.
Quienes no logran echarle el guante al gringuito que tenían en la mira, entonces se hacen contactos en las redes sociales y ahí las miràs pues durante el año enviándoles saluditos –en inglés que aprendieron desde niñas en sus clases privadas por las tardes- de buenos días, de feliz fin de semana, que estuvo linda la noche aquella que bailamos, que claro yo llego el siguiente año,  y sí el siguiente año vuelven a viajar con las dietas a tuto y con la ilusión de llenar los requisitos en la cama para que el tipo se apiade de ellas y les ofrezca un poquito de su reino. Por lo regular nunca les funciona y regresan derrotadas pero bien trajineadas, que no es malo retozar lo que sí es que no te gocés los orgasmos  por estar esperando el del tipo y fingir placer absoluto para darle a entender que es un toro de lidia aunque no llegue ni a ternerito, por culpa de estas  cabritas enloquecidas por vivir –sin trabajar- en gringolandia  nos las vemos a palitos  otras que  llegando a la discoteca y ya nos quieren medir el agua para  los tamales los de ojitos azules. Santas no somos y mucho menos mustias pero mínimo que no piensen que todas las que llegamos a una discoteca damos sexo gratis  y jugamos a ser exóticas a cambio de la ilusión de lanzar un dardo a un soplado y zopenco que ofrezca estatus entre otras cosas.    Debería ser ley:  que se retoce por ganas no por papeles.  Es prácticamente soñado llegar a una discoteca y que un ojitos azules no te salga con la típica pregunta: What is next? Let’s go to play! Your place or my place?
A mí la primera vez que me dijeron vamos a jugar, dije bueno vamos a jugar billar o boliche los cierran hasta en la madrugada, no tenía ni idea de la connotación del Let´s go to play! –Si para cleta me pinto sola-.
Feriados o días festivos son solo para quienes tienen los documentos legales  y quienes gozan de beneficios laborales, para quienes no los tenemos es un día de trabajo como el de Acción de Gracias, Navidad… tampoco nos lo pagan el doble como dicta la ley, para nosotros viviendo “en el país de la libertad” no hay cachas de descansar un día al año, los días feriados son los más cansados. Si  trabajás en limpieza de casas te toca el doble porque los patrones quieren que limpiés en un día lo que no lograste en un año, es día de visitas, carne asada, tragos, bailes, celebración de cuando llegaron a esclavizar a los pueblos originarios.
Si pedís el día o querés salir temprano te salen con que: “pero si tú no eres de este país, ¿por qué quieres celebrar algo que no es tu tradición?” con eso se lavan las manos, el asunto es que si lo celebrás o no, es algo que no les interesa pero deben de darte el día libre si tuvieran conciencia porque así lo dicta la ley laboral.
El colmo es que esa misma gente que trabaja en los mil usos sin beneficio laboral alguno, explotada a morir, es la que más celebra la independencia del país que creen suyo, hasta se tatúan en el cuerpo la bandera de Estados Unidos.
Los vi el año pasado con sus pancartas marchando, exigiendo, implorando papeles eran: Las y los Soñadores, aquel movimiento de ishtos e ishtas que pedían al gobierno un estatus legal que les permitiera ejercer  sus profesiones en este país,  se ponían la playerita de la dignidad indocumentada, decían ser gente honesta, hijas e hijos de migrantes que laboraban en maquilas, fábricas, limpieza, restaurantes, campos de cultivos…
Acapararon la atención de noticieros y cuando finalmente obtuvieron la mentada Acción Diferida algo sucedió, se les cayó la máscara, de pronto dejaron de ser hijos e hijas de migrantes indocumentados y les afloró la sangre azul y los ojos verdes y el cabello rubio. En menos de un año se les olvidaron aquellos tiempos de lucha, de manifestación, de viajar al Capitolio, de ponerse las playeras, de realizar pancartas,  a esos y a esas soñadoras les vale un pepino el empedrado camino de la reforma migratoria, este cuatro de julio se visten con la bandera de Estados Unidos y caminan orgullosos y orgullosas alabando al país que tiene a doce millones de personas de rodillas –y pueblos enteros alrededor del mundo- y que las mantiene moribundas  con la ilusión de un reforma migratoria.
Muchos ya tienen sus permisos de trabajo, licencias de conducir y con eso se creen con propiedad para amenazar a quien no tiene los documentos y anunciarles que cuando quieran pueden llamar la migra y denunciarlos por indocumentados, qué pronto se les olvidó que pertenecieron a esos doce millones.
Hoy cargan el cartel en la frente de letrados y letradas con estatus legal, se han enjaranado con carros de último modelo y  se les olvidó el español en su totalidad. Rentan apartamentos en zonas exclusivas y ni por joder de visitar el barrio donde vivieron tantos años.
Hoy será el primero seguramente de muchos años en que celebrarán la independencia del país que sigue deportando a miles todos los días, la independencia de un país que les prestó la ilusión de una vida digna y honrada, mientras mantiene en sus cárceles a miles que su único pecado fue cruzar la frontera de forma indocumentada. Ajá ese país que mantiene bajo las alcantarillas a doce millones de almas que trabajan en los mil oficios, sin remuneración, sin derecho a ningún tipo de beneficio laboral y con el trato inhumano de la discriminación y de la injusticia.
Qué  pronto se les olvidó a estos y a estas soñadoras que somos todos hijos o todos entenados: esa ley de vida que debe prevalecer como lluvia de abril. ¡Si tocan a uno nos tocan a todos¡ ¡Todos para uno y  uno para todos! Pero, ¡papo! El derecho de la propia nariz, azadones a morir. Hoy se auto distinguen de la manada aunque ni con todo y sus títulos, sus permisos de trabajo y sus licencias de conducir podrán borrarse el color de sus ojos negros, su piel morena, su estatura promedio, el cabello de nopal y de quetzal, el perfil de nariz de piedra picada, y herencia milenaria de los pueblos originarios. ¡Qué va, eso ni con la ciudadanía gringa!
Malaya verlos exigiendo la reforma migratoria este cuatro de julio, manifestando con la playera que un día se pusieron,  haciendo los carteles y las pancartas, alzando las voces, visitando el Capitolio, les sería más fácil pues ya tienen los documentos… Pero les falta lo más importante y eso señoras y señores no se compra con ninguna Acción Diferida: conciencia,  honestidad, honra y memoria.
Así es que feliz cuatro de julio a todas esas patojas turistas que hoy amanecieron enmoteladas sin el gringo al lado y que les dejó en la mesita de noche lo del taxi –porque caballeros son- y los dos paquetes de condones que no se pudieron terminar durante la madrugada porque al final no resultaron ser toros de lidia.
Feliz cuatro de julio a las y los soñadores que con lentes de contacto se cambian el color de ojos.
Feliz cuatro de julio a quienes siendo sirvientes actúan y se enajenan como patronos y dueños en tierra gringa.
Feliz cuatro de julio a quienes están siendo deportados en este momento, a quienes están siendo detenidos en redadas: en los parques,  puestos de trabajo, mercados, centros comerciales, estaciones de tren y en sus propias viviendas rentadas.
Y por último feliz cuatro de julio a cualquier come mierda que celebre esta fecha en su país de origen maldiciendo su mísera suerte  por no haber nacido gringo y gringa.
¡Qué la estatua nos haga libres!
Ilka.
Julio 4 de 2013.
Tabucolandia.

3 comentarios

  1. Tu lo has dicho todo, Ilka!! Ni más ni menos!!
    Haber tanto arrastrado y arrastradas,
    Patéticos, lamentablemente traseros.

  2. Ilka me dejaste mudo, lo dijiste todo y hasta el di’a de gracias mencionaste. Para nosotros los chapines ya pesan ma’s los 500 y pico de anios de colonizacio’n y esclavitud fi’sica y mental. que es lo que vos aborda’s es tu arti’culo. Te felicito.

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