Gracias a Maximón por la familia.

La auténtica: de abuelas, madres, hijas y nietas putas. ¡Salú por nosotras! La de hombres torones y arrechos para los tragos y para alardear pero, ananados para trabajar y aguacates para los asuntos urgentes del amor. De bomberos se mueren de hambre. La de tías chismosas y primos drogos. La de padres ausentes porque andan fumando la pipa de la paz con las amantes. La de hombres que desde siempre homosexuales y por temor al qué dirán se casaron y tuvieron hijos. La de los que tuvieron el valor de aceptar su esencia y formaron familias sui géneris, ¡salú por…

Continuar leyendo…

En Guatemala, la vida y la familia por un decreto.

El domingo 11 de mayo, los usureros de la fe y de la doble moral convocaron a la Marcha por la Vida y la Familia en la que se jactan de contar que participaron más de 57 mil asoleados. Cifra monumental en un país como Guatemala en donde solo los clásicos de fútbol español logran captar la atención de la yunta de bueyes. Estaban ahí los avaros disfrazados de santos y las mezquinas disfrazadas de caridad, aquello fue un bacanal a paso de marcha con redoblante militar, ¡alabado sea el Señor! Diría la vicepresidenta, ¡oremos hermanos! Cantaría el sotanudo arzobispo…

Continuar leyendo…

Post frontera. (VIII)

País de llegada: la convivencia. Primera parte. Más allá de las remesas y de las estadísticas y diferentes rubros en que nos colocan quienes hablan de migrantes sin documentos en términos de aporte económico al país de origen, existe la convivencia. El día a día dentro del apartamento o casa en que se intenta formar nuevamente un nido temporal, invariablemente es temporal porque el único que siempre fue y será es el que dejamos en el país de origen así algunos hayan adoptado al país de llegada y de residencia como la última morada. En el país de llegada pasa…

Continuar leyendo…

Post frontera. (VII)

País de llegada: la frustración. Segunda parte. Crecí sin ningún tipo de autoestima, mi mamá no es mujer de dar abrazos ni de palabras dulces, y no se lo reprocho porque es algo que no conoció, en cambio es arrecha para el trabajo porque desde los cinco años de edad le tocó madurar de golpe, si yo tuve instantes de felicidad en la infancia, ella no tuvo ninguno. Y qué decir de mi papá que se crió durmiendo en las calles, sin padre ni madre. De dicha se logró. Ese remedo de familia que somos es para ellos la idea…

Continuar leyendo…

Post frontera. (VI)

País de llegada: la frustración. Primera parte. Nada en mi vida había sido lo soñado, lo poco que podía imaginar en el lapsus entre el trabajo y el estudio era inalcanzable para una niña vendedora de helados, su destino estaba claro: envejecer en un puesto de mercado viendo la vida pasar como quien avista a finales de abril, las nubes que anuncian los aguaceros de mayo. Como el embeleso de las parvadas de loros a las diez de la mañana. Como quien ve pasar los vagones de un tren sobre una ferrovía lejana. Para mí el máximo logro, la cúspide…

Continuar leyendo…

Post frontera. (V)

País de llegada: la imitación. Como bofetada sentí la imitación de los emigrados fingiendo ser anglosajones. A los días de recién llegada vinieron las fiestas de fin de fin de año, comenzaron con el Día de Acción de Gracias. La mayoría de indocumentados las trabaja y realizan sus reuniones a altas horas de la noche cuando regresan de trabajar, al siguiente día hay que madrugar al trabajo nuevamente. Los feriados no son para nosotros porque no contamos con beneficios laborales y muy pocos empleadores tienen la conciencia como para dar el día y pagarlo, aquí el que no trabaja no…

Continuar leyendo…

Post frontera. (IV)

País de llegada: el retorno constante. El Síndrome de Ulises: conocido también como el síndrome del emigrante con estrés crónico y múltiple. El psiquiatra Joseba Achotegui fue quien lo descubrió dice que hay cuatro factores asociados: la soledad, el sentimiento interno de fracaso, el miedo y la lucha por sobrevivir. Sus síntomas: todos depresivos; tristeza y llanto, pensamientos de muerte obsesivos, ansiedad, irritabilidad con menores problemas somáticos, pérdida de memoria. No voy a hablar en términos psicológicos porque no soy psicóloga, los libros aguantan con todo, también las teorías y se podrá tener maestrías y doctorados pero vivirlo en carne…

Continuar leyendo…