De la aventura de emigrar.
Aprendí pronto que al emigrar se pierden las muletas que han servido de sostén hasta entonces, hay que comenzar desde cero, porque el pasado se borra de un plumazo y a nadie le importa de dónde uno viene o qué ha hecho antes. (Isabel Allende) Todo comenzó porque me quedé bateada, con mi pititanga de la verde amarela, yo ya me hacía bailando samba para la final del mundial, pero nones. Y mi hermana para terminarme de restregar la herida con limón, pepita y chile (pero no chiltepe) me dijo: “la pititanga te la podés poner pero que el bucul…