Priority Mail.
Cierro la puerta mientras me despido de mi jefa y de mi hijo de leche –el niño que cuido- lanzando besos a través de la ventana, ellos desde adentro hacen lo mismo, estoy a punto de bajar las gradas y me tropiezo con una caja, ¡una caja de correo!, el corazón me revolotea -¡al ritmo de La Negra Tiene Tumbao!- ¡no puede ser! ¿Es lo que estoy pensando? Inmediatamente levanto la caja y leo Priority Mail, y adjunto está mi nombre, es el paquete que más tiempo y con más ansiedad he esperado, y me jefa me observa fascinada desde…