Brutos, brutos no somos.
Así que se diga ¡qué brutos!, pero, qué brutas!, no somos. Yo imagino que usted la tarde de ayer también disfrutó de la genialidad guatemalteca. Las bromas, las fotografías, los audios y todo tipo de material que surgió después del incidente que para mí ya se petateó anoche mismo, vuelta de hoja. Algo así como dirían en mi natal Jutiapa : le eché cal. Mi tema de hoy es otro que no deja de tener conexión con lo que inició esta fiesta. Aquello fue una llamarada de tuza, se propagó en instantes y entonces el adormecido e invisible pueblo despertó,…