Brutos, brutos no somos.

Así que se diga ¡qué brutos!, pero, qué brutas!, no somos. Yo imagino que usted la tarde de ayer también disfrutó de la genialidad guatemalteca. Las bromas, las fotografías, los audios y todo tipo de material que surgió después del incidente que para mí ya se petateó anoche mismo, vuelta de hoja. Algo así como dirían en mi natal Jutiapa : le eché cal. Mi tema de hoy es otro que no deja de tener conexión con lo que inició esta fiesta.
Aquello fue una llamarada de tuza, se propagó en instantes y entonces el adormecido e invisible pueblo despertó, ¡alabado sea el señor que vendió la harina, dando inicio al carnaval! Por solo unos instantes sentí el pulso de esta población agonizante y mediocre que festejaba como en inicio de fiesta patronal.
Salieron de sus cuevas mezquinas las lenguas silenciadas, unas para lanzar improperios a la terrorista atacante, pidiendo cadena perpetua por tal agravio a la distinguida –por su traición al género y a la patria-. Otras: que prefieren hacerse de los oídos sordos para cualquier tema que necesite valor, festejaban en bufanada. Escupían la felicidad, se ahogaban con su propia risa, un jolgorio total en hora de refacción de media tarde. Bienvenidos los lapsus de felicidad extrema, tan cortos y necesarios.
Pero si hay talento, gracia, agudeza, intelecto, capacidad en la población guatemalteca, que ha demostrado poder trabajar y crear a marchas forzadas, porque ayer le aseguro que entre las labores de la jornada muchos y muchas buscamos tiempo para disfrutar de la hilaridad…, y en efecto la disfrutamos, comentamos ya sea en las redes sociales, vía mensajes de texto, en llamadas telefónicas, con los y las compañeras de trabajo, es decir: sí encontramos el tiempo para no perdernos de la diversión y ser parte de la misma. ¡Papo de quedarnos afuera!
Sí hablamos, sí expusimos nuestro pensar, realizamos análisis apresurados, del puro aire nos volvimos expertos y expertas en crear hipótesis, buscar pistas, atar cabos y nos graduamos al pedalazo de detectives al estilo Sherlock Holmes.
Le aseguro que al llegar a su casa en la noche usted comentó lo sucedido con su familia, con sus hijos e hijas, con su compañero, compañera, abuelita… Y juntos también dedujeron, llegaron a claras conclusiones. Unas a favor y otras en contra.
Hoy lo comentarán en salón de clases con los compañeros y compañeras de la universidad, con las catedráticas, con los maestros a la hora de la refacción. Es un tema que hila y deshila. Se reirá nuevamente y otros seguirán sintiendo el harinazo como en loza propia.
Mientras nosotros y nosotras estamos anclados en averiguar qué fuerzas de ultratumba invadieron a la patoja para realizar tan aberrante hecho –casacas- el gobierno atrás de esta cortina nos está preparando otra tunda que ni vamos a sentir de tanta risa que aun nos invade por la obra teatral de calidad al estilo Broadway.
Claro que sí hay talento, creatividad, genialidad en la población guatemalteca.
Pero surte un puñado de dudas en mi maceta, ¿por qué entonces aun no despertamos para realizar este cambio tan necesario? ¿Qué nos detiene? ¿Qué nos atemoriza? ¿Quién o quiénes nos lo impiden? Ya vio, ayer fuimos libres, inmensamente libres creando pasquines, rótulos en los que contribuyeron los altos conocimientos de ingenieros e ingenieras en sistemas, programadores, gente que conoce del manejo de la tecnología.
Poetas, escritores, escritoras, artistas en general. Población en general. Maestras, panaderos con celular en mano, se formó una cadena, un puente hermoso que yo veía desde esta mi lejana estancia.
Entonces, ¿por qué no nos pronunciamos con esta misma fuerza descomunal que ayer demostramos que tenemos? Usted dirá, la Ilka fumada sigue tocando la misma canción, que cambie o que se lleve la rocola a otra cantina para seguir la farra.
Bien sabe que mi intención no es ni por donde pasó, la de hacer ningún tipo de análisis de intelectual porque no lo soy, esos altos conocimientos en las ciencias no los tengo, pero sí soy pueblo, sí soy suelo y para eso solo se necesita un corazón vivo. ¿Cómo está su corazón? ¿Lo siente latir? ¿Cómo está su pulso, su presión arterial? Sea alta o baja significa que está respirando y que aun no ha fallecido, aunque agonizante sigue sobreviviendo. ¿Para cuando se atreverá a vivir? ¿Y a luchar para que otros y otras que no tienen voz también puedan vivir con dignidad?
¿Para cuándo se armará de valor como lo hizo ayer y denunciará? La trata de niñas con fines de explotación sexual y laboral. Para cuándo le pondrá fin al racismo y al clasismo. Cuándo verá a su hermano y hermana como un ser en equidad. ¿Cuándo hará algo por alguien sin esperar nada a cambio?
¿Cuándo se atreverá a ver de frente sin esconder la voz? ¿Cuándo la utilizará?
¿Para cuándo exigirá justicia? ¿Para cuándo denunciará a la impunidad de la cual usted es cómplice son su apatía?
Dígame, ¿para cuándo?
Para cuándo usted estudiante universitario utilizará la gracia de su conocimiento de educación superior para, desempolvar la memoria histórica. Cuándo exigirá sus derechos universales y peleará para que los demás también los tengan.
Ya sé de memoria la respuesta habitual, la única que tienen en la punta de la lengua: es que hay temor por las huellas atroces del conflicto armado. Yo le diré algo y es un ejemplo claro que si usted no lo capta, no lo entiende definitivamente no está en nada: el pueblo de Nebaj en el departamento de El Quiché, uno de los salvajemente golpeados por el ejército, en estos días alzó la voz: sin machete en mano, sin balas, sin bates, sin títulos de universidad, sin ego alguno. El pueblo de Nebaj, demostró que tiene dignidad, que existe la memoria y que la honra y la lucha y la respeta. ¿Se dio cuenta de lo que sucede cuando se unifica? ¿Cuándo se avanza en el camino correcto? ¿Cuándo se pronuncia ante la opresión? Y no, los hombres de la comunidad no usan sacos ni las mujeres zapatos de tacón. ¿Le dice algo eso?
¿Quiere otro ejemplo? Tengo tantos. Las valientes mujeres Ixiles, ¿las vio? ¿Las escuchó? ¿A usted la han abusado sexualmente alguna vez? ¿Más de uno, cuadrillas de hombres, de soldados? ¿A su hija, a su compañera, a su mamá, a su abuela? ¿Tiene idea alguna de lo que es una violación sexual y las huellas que deja en una mujer? La mayoría las calla y guarda silencio y se pudren por dentro. Ellas tuvieron el valor de denunciarlas frente al mundo entero, ¡frente al mundo entero! ¿Vio sus rostros ajados? ¿Sus pies agrietados? ¿Sus labios secos? ¿Pude leer el interior de sus almas en sus miradas? Por favor no me vaya a decir que lo que les sucedió fue solamente un pequeño agravio, excesos –palabra favorita de hombres y mujeres camisas blancas-. Hacer cumplir la justicia es honrarlas, a ellas, a las que ya no están, a las desparecidas, a las masacradas. A ellos, los que están en las fosas clandestinas.
Pedir justicia es exigir el alto a los asesinatos de conductores de autobuses. El robo de tierras. Libertad a líderes comunitarios que están encarcelados por hacer valer su derecho de expresión, por defender la tierra que usted no defiende.
¿En dónde está el ingenio y el empeño cuando se trata de dignificar? ¿De solidaridad? ¿De exigir un salario justo para las y los docentes? ¿Un trato justo a las personas que trabajan cortando caña, café, hortalizas, algodón? Maquilas, albañiles. Obreras, campesinos, proletarias. A todas esas cuadrillas que perecen bajo el sol abrasador, el mismo que usted disfruta en piscina y playa privada.
Por favor no me diga que es culpa del conflicto armado interno, el que usted vea a un niño lustrando zapatos en la calle y no exija que tenga una vida digna. Que usted asista a un bar y pague por abusar sexualmente a una niña, adolescente o mujer que está obligada a abrirle las piernas para que usted goce. No tenga ese descaro por favor.
No me diga que es culpa del enfrentamiento armado interno, el que usted tenga a una niña analfabeta limpiándole su casa, cocinándole y cuidándole a sus hijos que asisten a exclusivo colegio privado. No tenga esa osadía.
En fin, como usted sabrá mis artículos son pequeños hilares, me es muy difícil escribir y emitir mi opinión en un tema concreto, porque para mi todo va de la mano, una cosa sin la otra no existe. Sin aire no respiramos y sin agua también morimos, el ligamento sin músculo no tendría razón de ser, así mismo el músculo sin un tendón. ¿Qué es un hueso solitario, necesita de las articulaciones? La célula sin un núcleo es un charco de agua solitario. El arco relejo no existiría sin la neurona aferente, eferente y sin el órgano receptor, efector y sin el ineludible estímulo.
¿Cuál es su estímulo para hacer de esta Guatemala nuestra un país próspero? Libre de racismo, hambruna, exclusión, apatía, clasismo, doble moral. Libre de feminicidio, floreciente en equidad.
De dicha le digo, de dicha tenemos músculos involuntarios y entre estos el salvajemente autónomo se llama corazón, ¿lo siente latir? Bueno, entonces le dejo de tarea que piense en la manera en que puede ayudar a que otras personas también sientan sus propios corazones, sería un buen comienzo. Todos los inicios son buenos si buscan la justicia, la dignidad y la equidad.
Posdata: preparémonos pues porque ya nos hicieron reír, ahora nos harán llorar. Usted no me haga caso, haga lo que sienta su corazón.
Ilka Oliva Corado.
Enero 15 de 2014.
En mi tabuco.

2 comentarios

  1. Mira si hubiera sido hombre seguro le achacan el delito de violencia contra la mujer pero no!! y acá no hay delito, así que si las ligan a proceso y lo demás es una ilegalidad!
    en fin…Unos como Nelson Mandela se merece Flores, halagos y abrazos, otros se merecen esto y otros deben merecer hasta el paredón y eso que son humanista, pero han habido mandamaces que lo que menos merecen es gobernar a un pueblo por indignos.}
    Saludes Ilka

  2. Estimada Ilka:
    Ahora si me cae más bien como dicen en nuestra Jutiapa. Me gustan sus
    escritos, pero eso que es de Jutiapa me emocionó aún más. Me llamo
    César Reyes Lucero, nacido allá. Me gusta su modo de escribir y las
    problemáticas que aborda. Por favor mándeme una compilación de sus
    artículos. Reciba mis respetuosos saludos.
    CreyesL.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.