Hablando revuelto.
Hace algunos días me preguntó un amigo: ¿cuándo vas a escribir? Le contesté que no sabía, que por lo general en noviembre y diciembre no escribo, porque no puedo, no me brota, sale, escapa, ni una espiada de inspiración, y sin ese condimento me es imposible expresar. Lamentablemente no soy tipo periodista de los que escriben un artículo en media hora y sin tanto alboroto. No, no, no, lo mío es diferente, escribo porque ya me es imposible llorar, y la única forma de deshacer el nudo ese que se atora en la garganta es por medio de las letras.…