Gabriela.

El coyote quita llave, entra a la habitación del hotel junto a otros cinco hombres, son trabajadores del Instituto Nacional de Migración. Adentro se encuentran veinticinco migrantes esperando las indicaciones del coyote para salir en la madrugada a abordar el tren La Bestia para atravesar Veracruz sin ser interceptados por las autoridades migratorias. Cada uno ha pagado dos mil dólares al pollero, pagarán los otros cuatro mil cuando estén en tierra estadounidense. Eso acordaron cuando otro coyote los contactó en Guatemala, El Salvador y Honduras. Todo es seguro, les dijeron. Entre los veinticinco hay mujeres y una adolescente de nombre…

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Historias de un silbato: el soborno. X

Como era de imaginarse, en el deporte también existe la corrupción y los sobornos no se dejaron esperar. El intentar comprar un árbitro no solo se da con dinero, viene el paquete en tantas formas que si uno no está atento cae en la trampa: los halagos desmedidos, esa curiosa admiración que sobrepasa los índices de la normalidad y que se muestra labiosa. Pobre de aquel árbitro que se crea perfecto. Las invitaciones a eventos sociales “importantes”, -hay que cuestionarse qué es importante y valorar las prioridades en la vida, lo que puede ser importante para unos no necesariamente tiene…

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María Guadalupe.

La aparta del grupo, es media noche en el desierto de Sonora. El coyote le dice a María Guadalupe que lo siga hacia un matorral o la dejará abandonada en medio del desierto. Se han alejado bastante del último poblado fronterizo. Se levanta y lo sigue, nadie del grupo de indocumentados interviene, son 20 entre ellos tres adolescentes salvadoreñas. María Guadalupe tiene trece años y quiere llegar a Estados Unidos a reencontrarse con sus padres que viven en el Estado de Michigan, viaja sola. En su natal Sonsonate se han quedado a cargo de la abuela paterna sus dos hermanos…

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Dónde nace el amor.

En dónde nace la poesía, En dónde ésta sed De dónde vienen las palabras, amor Dónde nace la fragilidad de la inocencia Las caricias que te desnudan, delicada En dónde la tiza que te traza En dónde tu reposo En dónde mi ansiedad En dónde tu mirada quieta En dónde mi tormenta sin cesar En dónde nacen mis abismos En dónde tu serenidad En dónde duerme la tarde ¿En tú tranquilidad? En dónde nace el amor. ¿En dónde nace éste amor?   Ilka Oliva Corado. Enero 28 de 2015. Estados Unidos.

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Historias de un silbato: el instinto maternal. IX.

Otra cosa que me ayudó mucho en el arbitraje fue la docencia de Educación Física porque no me limitaba solamente a sancionar las faltas, si las circunstancias lo permitían me tomaba unos segundos para explicarle al jugador el por qué de la falta y si existía, también la amonestación o expulsión. Es natural que ellos lleguen acalorados a exigir explicaciones, el temple de árbitro es vital para evitar confrontaciones y que el jugador no salga perjudicado. Es muy fácil abusar de la autoridad y mostrar tarjetas y sacudirse a los jugadores que nos causen dolor de cabeza, pero ese accionar…

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Historias de un silbato: Central. VIII.

Ser central implicó para mí tomar las riendas del juego, dentro y fuera de la cancha, antes durante y después del encuentro deportivo. Pocos fueron los árbitros que dejaron a   un lado el sentimiento de inferioridad que les provocaba ser mis asistentes, y trabajaron en equipo: como corresponde. Los desaires fueron muchos, desde entrenadores que solo saludaban a los asistentes y a mí me ignoraban porque no sabían que quién iba a dirigir el juego era yo, pensaban que iba como amante o esposa. Hasta que me veían con mi uniforme puesto entonces llegaban a disculparse –algunos- y a coordinar…

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Historias de un silbato: El rechazo total. VII.

Si de árbitro asistente era rechazada cuando fui central esto fue total. Formaron una muralla a mi alrededor; jugadores, entrenadores, árbitros, autoridades deportivas, público, medios de comunicación y autoridades arbitrales. Lo imposible era pasar de asistente a central, no porque no llenara los requisitos y no pasara las pruebas físicas, médicas y teóricas, era irrealizable porque era mujer y una absoluta intrusa en el mundo de los hombres. Cuatro veces me había reunido con la Comisión Arbitral para decirles de mis intenciones de ser árbitro central, hasta ese momento era asistente y de vez en cuando me daban juegos de…

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