Acampó Agosto.
Y el vaivén del tiempo insoluble me hamaquea quejumbroso. Estoy en August, recién me percato. Junto a mi ventana cantan los grillos, y las luciérnagas alumbran la oscurana. Uno tan distante del otro. Verano e invierno. Calor y frío. Bochorno y aguaceros. Lodazales y tornados. Comienzo a dundearme por instantes. Una noche de cielo desnudo y estrellado se asoma tras mi ventana, la canícula veraniega se comienza a despedir lentamente, la humedad se esconde en los rincones para atraparte desprevenida e instalarse en tu piel. Voy y vengo, vengo y voy, siempre hamaqueándome bajo el corredor del tiempo y los…