Siempre quise pintar la serie Raíces, que trata sobre Guatemala, pero mi tierra me ha dolido tanto que imagino que mi mente evadió durante tantos años colorear la nostalgia y la memoria. Cosa que no sucedió con mi escritura, porque con la escritura pude gritar.
Dale tiempo al tiempo, pensé. Y por fin, un día sin yo proponérmelo, (porque si me lo hubiera propuesto seguramente lo hubiera destruido porque habría sido impuesto) salió. Y nació desde el fondo de mi alma que es el mercado, mi Alma Mater. Y qué mejor día para conmemorar y enaltecer a la mujer campesina, obrera y vendedora de mercado que hoy 8 de marzo. Porque además, las mulas siempre tiramos pa’l monte.
Y uno de mis más grandes anhelos es, que las niñas-mujeres que trabajan en maquilas, limpiando casas, en el jornal, a quienes se les impuso la maternidad, que un día el arte llegue a sus vidas y brinde un rayito de sol a sus almas, tal como ha sucedido conmigo. Ese pequeño momento de felicidad les dirá que valen, valen mucho por la simple razón de atreverse a ser y eso es suficiente.
De la serie Raíces, mujer vendiendo en el mercado central de Momostenango, Totonicapán, Guatemala. Óleo sobre lienzo, 40.6×50.8 cm.

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Ilka Oliva-Corado.
8 de marzo de 2025.
Hola, con si nad pasa el tiempo… Preciosa pintura que te siga fluyendo felicidades
Hola, Irma. Pues ahí vamos. Te mando un abrazo, gracias por tus visitas al blog y tus saludos.
Muchas felicitaciones. ¿Que tiene la mujer en su mano izquierda?
Dennis, saludos. Pues lo dejo a su imaginación. 🙂