Post frontera. (XLVII)
País de residencia: nube pasajera. Para un agosto caminando entre el campo de girasoles que quedaba cerca de mi pueblo rentado, una nube pasajera descendió convertida en niebla y envolvió aquel campo y a la alienada que caminaba entre sus surcos. Me hechizó. Fue un embeleso que me durará hasta el último suspiro. No sé cómo fue ni por qué razón pero la galante, armoniosa y hermosa nube me abrigó. Entre aquel campo radiante había un baldío, era yo, un ser espinado, dolido. Aquella nube encontró en mí a la desolación vuelta trastorno. Escribía y comenzaba a dejar ir muchos…