Post frontera. (XLVII)

País de residencia: nube pasajera. Para un agosto caminando entre el campo de girasoles que quedaba cerca de mi pueblo rentado, una nube pasajera descendió convertida en niebla y envolvió aquel campo y a la alienada que caminaba entre sus surcos. Me hechizó. Fue un embeleso que me durará hasta el último suspiro. No sé cómo fue ni por qué razón pero la galante, armoniosa y hermosa nube me abrigó. Entre aquel campo radiante había un baldío, era yo, un ser espinado, dolido. Aquella nube encontró en mí a la desolación vuelta trastorno. Escribía y comenzaba a dejar ir muchos…

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Post frontera. (XLVI)

País de residencia: las letras. Para cuando toqué fondo y mi depresión ya no me daba más que para embriagarme, me dio por escribir. Recurrir a la poesía que me acompañó en mi adolescencia. Dejé de hacerlo durante muchos años hasta que el 2005 escribí un poema que me llevó todo el invierno terminarlo. Lo comencé en diciembre y lo terminé en marzo de 2006. Alcoholizada tomé el lápiz y con la mano temblorosa comencé a escribir, momentos de soltarlo y llorar desconsolada, cada letra fue un ejercicio de catarsis, una descarga del veneno insoportable que me quemaba por dentro.…

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¡Argentina, estamos en la final!

Escribir este artículo antes del juego que disputará Argentina contra Alemania en la final del Mundial 2014, puede sonar a ilusorio, queriendo que gane la tierra donde nacieron Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Alejandra Pizarnik y María Elena Walsh, Eladia Blázquez, Ana María Pedroni, Jorge Cafrune, Diego Armando Maradona y el espectacular Sergio Germán Romero. Si se llevan la Copa, las felicitaciones lloverán, entonces dirán los medios: “nunca dejamos de confiar en Argentina, siempre supimos que iban a ganar el Mundial.” Entrevistas por aquí y por allá, saldrán a luz los testimonios de conocidos de los jugadores, los amigos de la…

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Post frontera. (XLV)

País de residencia: tío Lilo. A las siete de la mañana del día 23 de diciembre del año 2011, recibí una llamada telefónica en la que mi hermano me avisaba que había muerto mi abuelo materno. El hombre más importante de mi vida. De tío Lilo no recuerdo nada de cuando vivíamos en la zona 8 capitalina, en cambio tengo claras las imágenes de cuando se fue a Ciudad Peronia a zanjear el terreno donde mis papás construirían la casa, el hombre dejó a mi abuela (nía Juana) y parcela en Comapa y agarró camino para la capital, sin pensarlo…

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Post frontera. (XLIV)

País de residencia: desarraigo. Un día me dijo una amiga muy querida que yo parecía barrilete sin hilo, de esos que estando en las alturas de repente se les revienta el hilo y quedan coleteando. Así mismo me sentí durante muchos años, sin tierra firme donde poner los pies y estabilizarme. Mi agonía por Guatemala me arrastraba con ella. La diáspora realmente me volvió polvo. Respecto a Guatemala confundí la identidad con ese nacionalismo que nos enseñan en la escuela, para mí era primero Guatemala, segundo Guatemala y tercero Guatemala y el que opinara lo contrario lo dejaba hablando solo.…

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Post frontera. (XLIII)

País de residencia: las llamadas telefónicas. ¿Qué podía hablar con mi Nanoj si había emigrado precisamente por la pésima relación que llevamos? Pero en los primeros años de emigrada la situación estaba tensa y si mucho lográbamos hablar unos cinco minutos porque hasta ahí nos daba el ánimo, terminábamos discutiendo y pasábamos meses sin comunicarnos. Mi hermana mayor que siempre ha tratado que la familia esté unida era la encargada de abogar por una y por la otra, enfurecida le decía: los problemas entre mi mamá y yo no te corresponden dejá de andar de santa y caritativa tratando de…

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Post frontera. (XLII)

País de residencia: reserva forestal. Una tarde del año 2007, saliendo del trabajo entré a un de las reservas forestales que están cerca de donde vivo, llevaba viendo el rótulo forest preserve a lo largo de cuatro años y no me animaba a entrar. De estos bosques protegidos hay en todo el país, es raro el pueblito que no cuente con uno, me había negado durante 4 años porque los encinos me hacían recordar mis días de barrancos en mi infancia y para andar con nostalgias estaba yo. Pero esa tarde sin pensarlo dos veces estacioné el automóvil y caminé…

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