Entre la fresera y la nostalgia
La semana pasado fuimos a cortar manzanas con mi hermana-mamá. Hay un lugar a las afueras de Illinois que colinda con el Estado de Wisconsin, es una gran fincona. Hay cabras, patos, gallinas, conejos, marranos y los sembradíos de ayotes. Los árboles de manzanas, duraznos, ciruelas. Ahí mismo un restaurante al estilo country donde se pueden comprar tartas de las frutas de la estación, la típica sidra de manzana y otras bebidas de la región. Esa finca es apenas una pincelada en acuarela del mágico lienzo abstracto de mi lejana infancia que alberga mi caos existencial. Llegamos, pagamos la entrada…