Antología poética de un venezolano compañero.

Fue para mediados del invierno pasado cuando me contactó en las redes sociales para felicitarme por una crónica que yo había escrito, acerca de la forma en la que los estadounidenses y migrantes en este país ven a Venezuela seguidos por la mediatización capitalista. Me dijo que había leído el artículo en Aporrea y posteriormente había dado con mi blog y mis perfiles en las redes sociales. Y me agradecía el amor que yo tenía a su patria. Le extrañaba mi edad, que tan jovencita y más que viviendo en Estados Unidos yo tuviera esos pensamientos de Suramérica. No lo…

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Poesía de una mujer Mapuche-Williche.

Lo llevaba esperando semanas y no sabía que era un libro de poesía que me cautivaría y emocionaría hasta las lágrimas. Como toda información tenía un nota de una amiga muy querida que decía “lo tienes que tener.” Todos los días al regresar del trabajo iba a revisar el correo y nada, no llegaba ese algo que “tenía que tener,” por fin y cuando menos lo esperaba llegó, venía en un sobre color mostaza y traía los sellos postales de Guatemala: suspiré. Ávida con la duda y la emoción lo abrí enseguida, y ahí estaba Walinto el libro de poesía…

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Como un esbozo.

No había cumplido los nueve años de edad cuando empecé a tomar. Los culitos de los litros de cerveza que bebían mis papás. Yo era la que iba a pedirlos fiados a la tienda y en el camino me empinaba el litro porque me daba curiosidad el sabor, qué era tan agradable para que mis papás lo bebieran tanto hasta emborracharse, no pasó mucho tiempo para que supiera y le agarré el gusto y mis venas se llenaron de licor mientras hervía mi sangre caliente en la furia de la frustración, la miseria, la marginación y el maltrato. De los…

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La californiana.

Iba en mi bicicleta disfrutando la ciclovía y el paisaje del lago Michigan en el centro de la ciudad, cuando de repente pasó un adolescente punk en su bicicleta californiana, lo sentí como un ventarrón, aire frío que me erizó la piel y se me vinieron de golpe los recuerdos de mi infancia con la “cuernos de chivo.” Me detuve y me le quedé mirando, ida, y la nostalgia me invadió aguándome los ojos. Respiré profundo y continué pedaleando ya no estaba ahí, no había ningún lago, volví a ser niña y retorné a las calles empolvadas de mi arrabal.…

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Viento frío.

  Este viento frío es el albedrío de mi amor por vos Es un verso enrarecido, la agüita fresca del río Amor mío, el candor   El arce rojizo, las ramitas castañas La zarza seca, el otoño que llegando está Con sus cobrizos y su soledad   Amor, este viento frío trae la nostalgia del viejo fogón Del comal de barro, del perol tiznado, del caminón Del adobe oreado, de la piedrona, del carbón   Este viento frío conversa conmigo, trae la ilusión De un lejano horizonte, de aradas y montes De un caserón, de un tapial que ampara mi…

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Hiel y caos

Aún no cumplía los 22 años cuando tomé la decisión de no parir. Un día escribí en una libreta mis razones para no ser madre y no me alcanzó la hoja. Escucho la palabra hijos y mi caos estalla, pierdo el control, caigo en un abismo profundo y el desierto que soy se torna una vorágine conmocionada en la que aparecen todos mis fantasmas más invencibles que nunca. Para qué voy a tener hijos si no tengo nada qué ofrecerles, ninguna estabilidad emocional que les permita un crecimiento integral. Para qué voy a tener hijos si mi hiel los va…

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Del embeleso de escribir.

Las letras lograron cautivarme. Solo a través de la escritura logro ser. En las letras encontré el albedrío de mis emociones, la voz sonora de mis instintos que tanto años silencié. El embeleso de escribir abre mis venas y veo mi carne sin pudor, totalmente despojada de toda vanidad, decoro y premura. El embeleso de escribir desnuda mi alma solitaria siempre arisca y absorta. Viajo a mundos indescifrables; sin tiempo, sin recato, sosegada. En la apacible serenidad de las letras se refugian mis fantasmas, viajo a la profundidad de mis infiernos segura de que no me derrotarán. En ellas descansan…

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