El legado de Julio Kestler
Conocí a Julio Kestler por ahí del 2006 o 2007, en un restaurante guatemalteco en Chicago llamado Mayan Sol, era sábado y por las mesas pasaban tostadas, chuchitos, atoles, tortillas con carne, cervezas, ron, lo que los comensales pidieran del abanico gastronómico guatemalteco. Yo tenía tres años de haber emigrado y era la primera vez que iba a Chicago a un restaurante guatemalteco a comer, no había conocido ninguno hasta entonces. El ambiente era así medio jacarandoso con la revoltura del guatemalteco de pueblo, de arrabal y el del capitalino pobre que actúa como si hubiera vivido en las casonas de carretera a El Salvador:…