Norte, mi libro 14

¿Para dónde vas? Para el norte. ¿A dónde se fue fulano? Se fue pal norte. La mengana está por irse al norte. El norte es como le llamamos en  los pueblos y arrabales de Guatemala a Estados Unidos, porque nuestros ancestros siguen reconociendo ese territorio como el norte del continente, sin frontera alguna.  Pues desde el norte escribo este  texto hoy que publico mi libro número 14.  Norte es un libro  de relatos, relatos que suceden en este país, por eso el nombre del libro, relatos que han ido sucediendo a lo largo de estos años, relatos de personas comunes, haciendo cosas comunes.   No…

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La inmortalidad de Teodoro Palacios Flores

Vimos entrar a un hombre alto, negro, que vestía pantalón de tela gris y camisa a cuadros, al que le hacían rueda varios periodistas que le tomaban fotos y entrevistaban, nuestro profesor de atletismo que en ese momento estaba sentado en las gradas del estadio Dorotero Guamuch Flores (Mateo Flores en ese entonces) observando  el desarrollo de los eventos de atletismo de los  Juegos Enefistas, se quitó la gorra emocionado y gritó enardecido, como un niño, inmensamente feliz: ¡Teodoro Palacios Flores! Todos salimos en manada corriendo a encontrar a don Teodoro y a abrazarlo. Era 1998 y yo estudiaba el sexto magisterio…

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Invierno, presentación de mi nuevo poemario

Invierno, es el primer poemario en el que  estoy fuera de Guatemala completamente y me sitúo en el invierno de las tierras en donde ahora vivo, que no es como el invierno de la Guatemala en donde crecí, que allá es época de lluvias y del reverdecimiento, aquí es la época del frío y de la nieve; la época del letargo y la introspección.   Es también, el primer poemario que no es emocional. Invierno, marca una etapa en mi vida como poeta  y en mi día a día.  Es un poemario corto, de apenas 20 poemas, lo escribí en  el término de una…

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Como roedores de alcantarilla

No importa el día del año y si llueve un torrencial, ellos siempre están ahí desde la madrugada hasta que anochece. Poniendo el lomo. Su cuerpo como herramienta de trabajo y modo de sobrevivencia. No importa si piensan o sienten, si se preguntarán la hora  (porque para el explotado no hay reloj que se detenga) o si les duele una muela o tienen ampollas. Si se les acaba de  morir un familiar o les nació un hijo.   Ellos siempre están ahí. Poniendo el lomo.  Nunca son vistos como personas, al contrario; muchas veces estorban entre los corredores de los mercados populares y nunca falta…

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Si las utopías son realizables

Es lo que tiene la esperanza, que en invierno nos hace pensar en la primavera y en el rocío de las flores reventando al compas del trinar de las aves que retornan después de su larga ausencia.   Pronto escampará, decimos cuando retumban los aguaceros sobre los techos de lámina en los arrabales y las goteras son una más de las penas del paria,  mientras las calles se transforman en ríos donde los niños saltan y juegan con sus barcos de papel, con el hambre en las tripas y los sueños cundidos de inocencia.  Marginados ancestralmente.  La leña mojada aperchada a un costado…

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