Para honrar la vida: Claudia Paz y Paz.

Como ser humano, siento una enorme decepción de ciertas especies que pertenecen a nuestra raza, me encantaría enormemente que estuvieran extintas, que fueran parte del olvido colectivo pero por el contrario siguen reproduciéndose a la velocidad de los gusanos de yogurt. Como mujer mi vergüenza es mayor porque denigran completamente el género. No han aprendido la lección y ni la aprenderán, desconocen de dignidad, de conciencia y de justicia. La deshonra les carcome los sesos y el poder y el dinero les hacen bailar los ojos a ritmo de péndulo dirigido por la sed de la avaricia. Cuánto les hace…

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Los niños de La Bestia.

Ahí van con sus caritas tiznadas, con el cansancio en sus labios, fragmentados los sueños, enfrentando la adversidad. Los niños de La Bestia, el tren de la muerte, a tantos mutila, a miles silencia, a muchos les roba la risita inocente de la niñez que se va. Marcadas sus vidas, las playeras gastadas, pantalones manchados del orín que se seca entre vagón y vagón, el miedo al acecho, el peligro perenne, arrechos los críos, son un batallón. A los niños de La Bestia los golpea la vida, los tortura el delincuente ataviado en pulcritud de policía indecente. Qué comen los…

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Post frontera. (XVII)

País de llegada: los mil oficios. Mucama (I). Nunca he tenido un trabajo fijo, de esos de lunes a viernes o de lunes a sábado o de lunes a domingo. Siempre es de trabajar unos días en un lugar y completar la semana en otros con los famosos horarios de medio tiempo. Horas aquí y allá, así nos las vivimos la mayoría de indocumentados que somos los del trabajo temporal, y ahí vamos ajustando para las remesas y los gastos del día a día. Cuando cumplí dos años de estar viviendo en este país surgió la oportunidad de trabajar en…

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Post frontera. (IX)

País de llegada: la convivencia. Segunda parte. Mi hermana mayor y yo crecimos siendo totalmente independientes, con que cumpliéramos con el trabajo, la escuela y el oficio de la casa mi mamá nos dejaba decidir qué hacer con el resto del tiempo libre, muy escaso por cierto. Siempre nos dijo desde niñas que lo único que nos podía dar de herencia y que nadie nos podía quitar era la independencia y la educación. Crecí entonces bajo mi propia ley. Nunca he podido verla como mamá porque crecimos prácticamente juntas, mis padres fueron dos adolescente que se juntaron y parieron, en…

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Post frontera. (VII)

País de llegada: la frustración. Segunda parte. Crecí sin ningún tipo de autoestima, mi mamá no es mujer de dar abrazos ni de palabras dulces, y no se lo reprocho porque es algo que no conoció, en cambio es arrecha para el trabajo porque desde los cinco años de edad le tocó madurar de golpe, si yo tuve instantes de felicidad en la infancia, ella no tuvo ninguno. Y qué decir de mi papá que se crió durmiendo en las calles, sin padre ni madre. De dicha se logró. Ese remedo de familia que somos es para ellos la idea…

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Travesía desierto Sonora-Arizona. Tres.

Corrimos a escondernos entre los matorrales mientras bajaban todos de los taxis que, en un rechinar se llantas de marchaban del lugar, estábamos en medio de la nada alejados del centro de Agua Prieta metidos en el desierto de Sonora. Yo era la única que cargaba gorro pasamontañas y guantes negros, fueron indicaciones de la coyota no quitármelos ni un segundo cuando me adentrara en el desierto porque de noche los cactus no se ven y las tunas se incrustan en la piel sin ningún tipo de piedad. Debido a mi experiencia de andar en barrancos y escalando montañas y…

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Fray Tomás González: Hogar-Refugio para personas migrantes “La 72”.

El sacerdote Fray Tomás González es quien está a cargo de la Casa del Migrante en Tenosique, Tabasco, México que lleva por nombre: Hogar-Refugio para personas migrantes “La 72”. En julio de 2010 mientras estaba como formador de franciscanos en Izamal, Yucatán, lo enviaron a Tabasco para ser el párroco de la iglesia Cristo Resucitado, ahí podría decirse que comenzó su ardua lucha en defensa de los derechos humanos de los migrantes sin documentos que atraviesan México en busca de llegar a la frontera con Estados Unidos. Sus amigos migrantes lo llaman “Fraile Tormenta”. El padre Alejandro Solalinde se refiere…

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