…Y así me enamoré de la Violeta Parra.

A la Violeta me la presentó otro de mis grandes amores, la Mercedes Sosa, a La Negra la conocí por casualidad. Quisiera decir con cierta presunción y por romanticismo que a la gran Mercedes la conocí en mis tiempos de universitaria, o que fueron los Guaraguao los que en alguna declaratoria de Huelga de Dolores en la Universidad de mis amores me presentaron a la Violeta Parra con “Me gustan los estudiantes.” Pero fue en soledad y en el extranjero de recién emigrada “navengando” en Internet con una ordenadora de escritorio que me salió tres veces más cara del precio…

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Antología poética de un venezolano compañero.

Fue para mediados del invierno pasado cuando me contactó en las redes sociales para felicitarme por una crónica que yo había escrito, acerca de la forma en la que los estadounidenses y migrantes en este país ven a Venezuela seguidos por la mediatización capitalista. Me dijo que había leído el artículo en Aporrea y posteriormente había dado con mi blog y mis perfiles en las redes sociales. Y me agradecía el amor que yo tenía a su patria. Le extrañaba mi edad, que tan jovencita y más que viviendo en Estados Unidos yo tuviera esos pensamientos de Suramérica. No lo…

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Como un esbozo.

No había cumplido los nueve años de edad cuando empecé a tomar. Los culitos de los litros de cerveza que bebían mis papás. Yo era la que iba a pedirlos fiados a la tienda y en el camino me empinaba el litro porque me daba curiosidad el sabor, qué era tan agradable para que mis papás lo bebieran tanto hasta emborracharse, no pasó mucho tiempo para que supiera y le agarré el gusto y mis venas se llenaron de licor mientras hervía mi sangre caliente en la furia de la frustración, la miseria, la marginación y el maltrato. De los…

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La californiana.

Iba en mi bicicleta disfrutando la ciclovía y el paisaje del lago Michigan en el centro de la ciudad, cuando de repente pasó un adolescente punk en su bicicleta californiana, lo sentí como un ventarrón, aire frío que me erizó la piel y se me vinieron de golpe los recuerdos de mi infancia con la “cuernos de chivo.” Me detuve y me le quedé mirando, ida, y la nostalgia me invadió aguándome los ojos. Respiré profundo y continué pedaleando ya no estaba ahí, no había ningún lago, volví a ser niña y retorné a las calles empolvadas de mi arrabal.…

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Hiel y caos

Aún no cumplía los 22 años cuando tomé la decisión de no parir. Un día escribí en una libreta mis razones para no ser madre y no me alcanzó la hoja. Escucho la palabra hijos y mi caos estalla, pierdo el control, caigo en un abismo profundo y el desierto que soy se torna una vorágine conmocionada en la que aparecen todos mis fantasmas más invencibles que nunca. Para qué voy a tener hijos si no tengo nada qué ofrecerles, ninguna estabilidad emocional que les permita un crecimiento integral. Para qué voy a tener hijos si mi hiel los va…

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Del embeleso de escribir.

Las letras lograron cautivarme. Solo a través de la escritura logro ser. En las letras encontré el albedrío de mis emociones, la voz sonora de mis instintos que tanto años silencié. El embeleso de escribir abre mis venas y veo mi carne sin pudor, totalmente despojada de toda vanidad, decoro y premura. El embeleso de escribir desnuda mi alma solitaria siempre arisca y absorta. Viajo a mundos indescifrables; sin tiempo, sin recato, sosegada. En la apacible serenidad de las letras se refugian mis fantasmas, viajo a la profundidad de mis infiernos segura de que no me derrotarán. En ellas descansan…

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Guatemalteca de nacimiento y latinoamericana por convicción

El día que hablábamos con el director del programa radial El Club de la Pluma, que se trasmite desde Argentina, para buscar la canción con la que presentaría mi columna, me preguntó qué artista y qué canción quería, emocionada le dije que tenía que ser Mercedes Sosa y la canción El corazón al sur. Con tremenda alegría él su compañera y yo celebramos el inicio de lo que es hoy mi columna radial en mi patria Argentina. ¿Por qué Mercedes Sosa? Porque es de mis grandes amores, estuvo conmigo en la etapa más oscura de mi post frontera, junto a…

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