Lluvia.

Llueve y tú danzas alegre, aquí en mi alma La nieve se ha transformado en pequeños riachuelos de agua fría Y tú danzas alegre, aquí en mi alma Acaricia las desnudas ramas de los lozanos arces y recorre las plomizas calles vueltas veredas y tú, danzas alegre, aquí en mi alma Copiosa la lluvia hace al cielo bajar a los linderos y divagar pensativo entre el embrujo y encanto de esta tarde que es festejo y felicidad, y tú danzas alegre, aquí en mi alma Invierno de enero con sus pobladas nieves que algodonan las cornisas en la ciudad, el…

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Viernes.

Y yo te pienso con mis manos Con mis ojos que celosos guardan tu imagen intacta Es viernes, y yo: te evoco como en la sosiega tarde del domingo Cuando la nieve de enero me habla de vos Perfectamente sabe que su niebla es tu encanto Te busco en la banca solitaria donde siempre estás, Arrebatadoramente hermosa: prodigioso es tu hechizo Musitás el eco de las ancestrales montañas de mis abuelas Y dibujás en el umbral de mis ojos de cipota aldeana Los empolvados caminos por donde anduvieron los pies descalzos de mis abuelos Es viernes, y yo: te escucho…

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La culateada.

¡Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran imbécil culpa! Así dígase usted ahora frente al espejo si es que algo de decencia le queda para verse la loza frente al volado, usted y sólo usted es culpable de haber elegido con su voto a un genocida que aparte de asesino y violador de mujeres y niñas, le sacó filo al colmillo con la misma piedra con la que le quebró la cabeza a crías en los tiempos en que era conocido como Tito, y entre trance y trance ahora que está en la poltrona ha transgredido la tierra…

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Remitente: remesa.

He notado que en los periódicos de mi país de origen se habla muy poco de las personas migrantes, en los medios de comunicación televisivos y radiofónicos sucede lo mismo. Son los invisibles que salen del país en parvadas todos los días a todas horas. Lo mismo sucede en otros países, Guatemala no es la excepción. De vez en cuando cubren con una fotografía y una nota de diez líneas, las estadísticas de las deportaciones, pero ni cuando muere gente en La Bestia son capaces de dedicar un espacio. Siendo las personas migrantes las que sostienen las bases de sus…

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Ojos de espejo azul.

Ha salido el sol en La ciudad de los Vientos, después de tres días de gélidas y mortales temperaturas el clima empieza a ser benevolente con nosotros. Se ha conmovido quizás por tanto rostro triste y empañado como vidrio sin limpiar, ojos de miradas muertas y lágrimas que prefieren quedarse en el umbral, para guardar tibias el calor de las tristezas contenidas. La soledad se ha instalado en las puertas de los edificios en donde vive el proletariado de esta enorme urbe. El desempleo se ríe a carcajadas, como diciendo: el infortunio del fallido sueño, como repitiendo: vaya emblema. Como…

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A mi compañera.

Que aun no nace A la ancestra que no murió Porque sus luchas son mis denuncias Las mismas que hacés vos A la loca que distorsiona la realidad A la alcohólica que se pierde en su soledad A la delicada prosa de un poema Que enardecido pronuncia rebelión A la vendedora de mercado, de días atareados A la maestra de mundos descontinuados A la artista que revive la inspiración A la peregrina de oscura ansiedad A la de fecunda hortaliza de arrabal A la de diversidad sexual no concurrida A la madre que sin su cría, no desistirá A la…

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Hay una niña ahí.

En la anciana que vende tomates En los pies del mercado En la que siembra el frijol Con sus surcadas manos En la que remienda el calcetín roto Del compañero obrero Hay una niña ahí En la mirada de la que muele el máiz sobre la piedra En la espalda encorvada de la que con tinaja va En el vientre seco de quien nutrió con vida A la tierna cría que por el mundo va En la voz que habla desde la entraña misma De la sumisa impunidad En la que transita en adoquín de pueblo Y hacia la aldea…

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