Para Navidad.
Asomaban los chiflones de diciembre en las copas de los árboles de las aldeas La Selva y El Calvario, hamaqueaban las ramas de los nisperales, las cepas de guineo majunche se preñaban de hojas tiernas que para fin de año servían para envolver los tamales. Aquellos vientos arrastraban la hojarasca por el camino real en el vaivén de los últimos días del año. Era Ciudad Peronia de la década del 90, covachas y chozas a medio armar comenzaban a poblar aquel enorme descampado, calles de talpetate y lotes con numeraciones en panchas frescas de cemento. A las calles se les…