Desde el destierro.
La casita de adobe es un potrero Sin lindero alguno, Donde las nostalgias libres juegan a vivir Atadas a los recuerdos que nunca envejecen Los que ninguna donaire diáspora desvanece Desde la lejana ausencia de la proximidad La tierra es barro que suplica ser moldeada Por las manos artesanas que no regresarán Caminos que esperan los pies descalzos De crías salvajemente libres Que en tierra extraña un zapato amuralla Juídos los inviernos de charcos enlodados Hoy los momentos son esclavos de la urbanidad En idioma de otro suelo el alma se confunde Suplica en noche fría el calor del polletón…