Zahira.

Su verdadero nombre nadie en La Casa lo sabe. Desde aquella noche fue nombrada Zafiro.
Una tarde cuando era niña le dijo su mamá que su nombre Zahira significaba flor de colores brillantes, luminosa y sublime como toda ella y su origen islámico.
La menor de tres hermanos, Zahira fue secuestrada en un poblado de Surakarta, Indonesia una noche que regresaba de una fiesta   en compañía de sus dos hermanos y su madre, un automóvil atropelló a uno de ellos descendieron varios hombres del automotor y fingieron ayudar a trasladar el herido a un  hospital pero a quien se llevaron fue a Zahira. Tenía diez años de edad.
Pasó la  noche atada de manos y con un pañuelo cubriéndole los ojos acurrucada sobre una manta tirada en una esquina de una habitación solitaria. A la mañana siguiente entraron un hombre y dos mujeres éste ordenó que la limpiaran y arreglaran para el cliente, también le repitió su nuevo nombre Zafiro y la hizo jurar  nunca más pronunciar el propio. Por la tarde Zafiro olía a perfume  y vestía uniforme escolar, así la deseaba ver el cliente era ésa su fantasía poseer a una niña inexplorada en uniforme escolar por la cual pagaría veinticinco mil dólares.
Zafiro fue puesta en un automóvil y conducida a la suite principal de uno de los hoteles más prestigiosos de Jakarta ahí la esperaba su primer verdugo un hombre de la tercera edad.
Zafiro tiembla  de miedo y comienza a llorar, el hombre le ofrece una paleta de chocolate y la sienta en sus piernas, comienza a oler su piel, a besar su cuello y  a acariciar su cabello, desabotona la blusa y lame el lugar en donde emergerán los pezones, los succiona e introduce una de sus manos en medio de las piernas de Zahira, ella sigue llorando, él tapa su boca con un pañuelo y la lanza sobre la cama, la abre de piernas y la posee. Rompe ferozmente la inocencia que nunca más recuperará la niña del poblado de  Surakarta.
Le da una pastilla para que duerma y la deja ahí en la habitación acostada sobre  un charco de sangre y con la herida de la transgresión, horas después el mismo conductor del automotor  la va a recoger y la traslada a la casa donde la tienen secuestrada, cuando Zahira recupera el conocimiento está nuevamente en la misma habitación acostada sobre la manta y atada de manos.
Le curan las heridas  las mujeres con lienzos tibios  de aceite de ajonjolí, dos veces por semana Zafiro es conducida a diferentes hoteles aunque el pago por la deshonra ya no el mismo ha perdido su castidad.
Es necesario rotarlas no es solamente Zafiro la secuestrada  en La Casa necesitan niñas vírgenes, las deshonradas ya no valen para mantener en pie el negocio  y satisfacer los gustos de los clientes es así como las trasladan al continente americano vía marítima escondidas en una caja de madera, una vez por día baja una mujer al compartimento de equipaje y las alimenta.
Llegan al puerto de Veracruz y en la zona más prestigiosa del Estado son obligadas a trabajar para servicios sexuales de embajadores, cónsules y políticos del país quienes gozan de violar a  niñas totalmente indefensas. Ahí conoce el significado de las orgías pues la especialidad del lugar es ofrecer cinco  niñas para quince hombres que las disfrutan durante tres horas  a cambio de cinco mil dólares,  no usan preservativos pues las han inyectado con  anticonceptivos.   Zafiro ha estado a expensas de todo tipo de vejación  a lo largo de cinco años, ha visto llegar  y partir grupos de niñas, adolescentes y mujeres que en la misma condición han sido explotadas.  Ha aprendido a  hablar español y jamás ha pronunciado  su nombre islámico.
También asisten al lugar clientas exclusivas que gustan del placer exquisito de una flor en botón. A finales del quinto año en Veracruz Zafiro  junto a un grupo de adolescentes será rotada de la casa y  enviada a Estados Unidos   vía la  frontera de la muerte.
Serán  indocumentadas custodiadas por cinco hombres armados que tienen instrucciones de matarlas en el primer intento de escape.  De Zafiro se ha enamorado la esposa de un artista plástico que  asiste regularmente al lugar exclusivamente para estar con ella y paga  la noche completa para dormir en sus brazos  y acariciar su piel joven. Se ha enterado por un amigo político que varias chicas serán rotadas  y enviadas hacia  Estados Unidos entre ellas su Zafiro, pide entonces a su amigo  como un favor personal armar una emboscada para rescatarlas.
Es así como en el desierto de Sonora el grupo de adolescentes y los cinco hombres son detenidos por soldados del ejército mexicano,  en el mismo lugar los cinco hombres son ajusticiados con el disparo de un arma con silenciador,  las adolescentes son trasladadas  a una vivienda en el Distrito Federal donde  les bridan comida,  una ducha fresca y en los días siguientes son puestas en libertad a escasos metros de las embajadas y consulados de sus países de origen. Nunca sabrán quién las rescató.
Zafiro pronuncia finalmente su nombre Zahira en la calle Julio Verne N. 27 Colonia Polanco en la Ciudad de México  frente al escritorio del embajador de Indonesia. Retornó a su natal Surakarta el día de su cumpleaños número dieciséis.
 
Ilka.
Mayo 27 de 2013.
Aquí al  otro lado del cerco.
 

5 comentarios

  1. Que linda la narración de esta historia, de verdad que conmueve el alma, es la tragedia de cientos de personas que sufren a diario de este tipo de flagelos. Saludos Ilka, desde Cobán, Alta Verapaz, Guatemala, te saluda HUGO POP.

  2. Vicente Antonio Vásquez Bonilla

    Ilka linda: Como siempre me das una lección de escritura. Aunque estos casos se dan, deseo que esta historia se deba a tu mente creativa. Besos chapines, Chente.

  3. Qué gusto da saberla de colonia marginal usted nos representa dignamente a todos. Ilka honro su vida y la deseo inmortal para que nunca deje de alumbrarnos con su humildad, conciencia y rebeldía. Todos sus artículos no importa el tema son interesantes porque usted los convierte en poesía que cala en el fondo del alma humana. Gracias por existir.

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