…Y así me enamoré de la Violeta Parra.
A la Violeta me la presentó otro de mis grandes amores, la Mercedes Sosa, a La Negra la conocí por casualidad. Quisiera decir con cierta presunción y por romanticismo que a la gran Mercedes la conocí en mis tiempos de universitaria, o que fueron los Guaraguao los que en alguna declaratoria de Huelga de Dolores en la Universidad de mis amores me presentaron a la Violeta Parra con “Me gustan los estudiantes.” Pero fue en soledad y en el extranjero de recién emigrada “navengando” en Internet con una ordenadora de escritorio que me salió tres veces más cara del precio…