La moda de: “Mi corazón es Ixil”.

Yo recuerdo que cuando estaba en los básicos salió la moda de ponerse pantalón campana y usar esos zapatos de plataforma a los que mi mamá les llama zancos. En la casa las contadas fotografías de mis padres en su juventud recién unidos tienen como paisaje los surcos de algodón de la finca la Pangola. Son reliquias que se atesoran con sentimiento blindado a toda transgresión.  Las fotografías de papel Kodak se lee en el reverso. Cuentan que los trabajadores  aprovechaban el descanso del día domingo  y la visita del fotógrafo que llegaba a las fincas  una vez cada dos meses, para enfilarse y fotografiarse para la posteridad.  Aparecen ambos con sus pantalones campana y los cinchos gruesos, él con botas y su pelo largo y ella con sus zancos. Las camisas y las blusas también de manga campana: no sé si tiene que ver con todo lo que expresan esas fotografías pero los pantalones y las blusas campana son mi trastorno, con los zancos paso porque lo primero que sucedería es que me quebrara las patas. Todo aquello encaja, fermenta, atesora una moda, una época, un antaño, un otrora.
Desglosando me quedo en este instante con la palabra moda. ¿Qué es la moda? Una efervescencia nunca constante, jamás enraizada, un pasón de nube, una llamarada de tusa de  la cual se benefician quien la propagaban, quienes la enuncian, quienes la lanzan al ruedo.
Eso mismo sucedió con la moda de “Mi Corazón es Ixil”. Esa moda que  apenas duró dos meses en las redes sociales y la mantuvieron  con la arrogancia y la altanería que da un cartón de universidad quienes desconocen la decencia y la humildad.  Estos aprovecharon la reventazón  y se lanzaron de panzazo para aparecer en  el borde de la ola, allá arriba para salir bien en la foto. La foto, la mayoría busca la foto, el primer plano, son pocas las almas que se pronuncian y actúan bajita la mano con  el pulso exacto y el equilibrio de una persona sobria.
Pero solo se conoció el fallo de la CC y en el instante como por arte de magia desaparecieron las fotografías de perfil con el corazón rojo,  y la frase “Mi Corazón es Ixil”. ¿Desde cuándo han tenido el corazón Ixil? Les nació  hace apenas  hace dos meses con el fin del verano  y les duró hasta principios de invierno,  con los primeros aguaceros se les ahogó el corazón y ya no les  bombeó la sangre que siempre fue de horchata.
Ahora me pregunto, con todas las llamaradas de tusa, los focazos,  las fumarolas y las cortinas de humo, ¿de qué color les pinta la moda el corazón? El mío  siempre ha sido rojo y ha estado situado justo a la izquierda de mi pecho  cuatro dedos arriba de mi pezón.
Por la belleza  del canto sonoro de las Chicharras de más de un Verano  y por el colorido enamorador de Los Gorriones de Pecho Amarillo: de ustedes me nutro.
Porque el Genocidio no es una moda, es un zanjón.
Ilka.
Junio 07 de 2013.
Tabucolandia.

Un comentario

  1. Lo mas relevante (opinion personal) de esta etapa en la vida guatemalteca es que por primera vez en nuestra historia moderna los indigenas llegaron a un tribunal y presentaron su testimonio. Sin miedo declararon los crimenes sufridos por esa parte de nuestro todo guatemalteco. Esto de por si es un hito! Se logro una condena que (opinion de algunos) no tuvo permanencia por fallos judiciales cometidos por los jueces. Otros que fue debido a presion ejercida por la clase gobernante (politicos, ¨iniciativa privada¨, ejercito). Esto nunca a ciencia cierta se sabra. Algunos, como ¨voinas¨, lo escribe solo siguen ¨el trend¨. Hasta esto es importante. Unas decadas anteriores este juicio no se hubiera llevado a cabo, mucho menos levantado el clamor que se escucho. El camino es largo. Y como dijo el que dijo ´no cuentan las veces que cae uno, sino las que se levanta´.

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