Diosas nocturnas

El otro día una amiga ( de parrandas) me invitó a que saliéramos a despedir el otoño -fue el pretexto- su atinada propuesta fue que atravesáramos la ciudad y buscáramos una de esas discotecas de moda en el corazón de Chicago específicamente en donde habitan las bebidas espirituosas en manos de anglosajones europeos y afrodescendientes de acomodado nivel social.
Y yo que desde que tengo conciencia soy chiniquera en primer plano pensé en ir pero no estaba de ánimo y la lesión en uno de mis ligamentos me lo impedía por completo , no fui.
Las discotecas, son un centro de perdición -por eso me gustan- si vos querés que te metan mano hasta en las amígdalas andá a una discoteca o bien caminá a las seis de la tarde por la dieciocho calle.
Si andás con los ovarios maduros la discoteca es ideal para convertirte de gatita a una fiera salvaje escapada de la Amazonía, con una sola garra atraés al más fino felino.
Esa atmósfera nocturna de humo, sudor y fragancias incitan a que se extravíe el decoro y el pudor de pronto también deambula la extroversión.
Es una obra de teatro en donde nada es real – ni siquiera el color del cristal con que se vea porque los cristales ya están babeados y llenos de licor- todo es actuado y aparentado la verdad esa noche se queda durmiendo en casa.
Ese juego de seducción y sexo es quien despierta los poros de los danzantes hace hervir lentamente la sangre y prende fuego a la pista para que se quemen en las llamas del placer quienes no temen al mar de lava.
Diosas, entonces las latinas nos convertimos instantáneamente en sensuales diosas del Olimpo. Somos las más solicitadas las que mueven mejor las caderas y quienes encuentran el ritmo a toda música, las de ojos oscuros y labios carnosos las de tetas prominentes y caderas de potrancas salvajes, ahí estamos siendo asediadas por caballeros de ropa fina que se ofrecen a invitarnos una bebida y entre líneas a revolcarnos en una cama.
Te sentís el centro de atención, pensás que sos vos como persona quien los atrae pero no, es tu cuerpo es tu naturaleza en la cadencia de tus movimientos, es tu olor a sexo son tus labios es la música es la bebida y la atmósfera que embriaga es el fuego de la pista y los ríos de lava quienes te hacen una diosa de discoteca.
Se inventan profesiones y oficios juegan a ser ejecutivas de empresas millonarias y ellos a ser vicepresidentes de grandes corporaciones, pero si decís que limpias casas no importa esa noche te da una tregua porque lo único que quieren es llevarte a la cama, si empacás zanahorias en una fábrica es lo de menos te ofrecen ir a recogerte al siguiente día al salir del trabajo, pero la llamada urgente de una alcoba que abrace los cuerpos desnudos explotando en éxtasis.
Diosa latinoamericana te convierte en Venus somos las más perseguidas las que menos descansamos porque te despachás a uno y ya está otro en espera, ése te baja las manos a las caderas y recuesta su cabeza en tus bustos, culpa al romanticismo de la canción, te pide tu número telefónico y se ofrece a llevarte a su casa pero con una parada estratégica en un hotel de paso, quiere acariciar tus muslos y beber el manjar de tus pistilos.
En el día la historia es otro paisaje, no te reconoce y cambia de banqueta. En el día sí cuenta que limpiés casas, que empaqués salchichas y que seás indocumentada, que no tengás un nivel escolar en este país, entonces perdés tu calidad de diosa ya no sos Venus y mucho menos lindeza del Olimpo, sos una invisible realidad que a diario respira escondida entre las sombras del delirio y la deportación.
Ilka Oliva
Noviembre 21 de 2012
Estados Unidos

11 comentarios

  1. DEMASIADO INTERESANTE, FELICIDADES A LA AUTOR,. SI TODA DAMA LEYERA ESTA FACE SE QUEDARA SORPRENDIDA,.

  2. jorge Alberto Montes Mendoza

    Mi querida y recordada Ilka:
    Hasta ahora tengo el gusto de saludarla. Recuerda que le describía la ventana de mi oficina allá en el centro de Guatemala? Pues seguimos por allí y también sigo su huella como un día le dije: Usted está haciendo historia como escritora. Le mando mi cariño de siempre.
    Jorge Montes

    • A vaya… no estaba muerto andaba de parranda…. qué alegría saber de usted, por supuesto que lo recuerdo y la descripción de la ventana de su oficina también, donde se plantan las de castilla a engalanar la tarde.
      Reciba un fuerte abrazo congelado… gracias por sus palabras y el afecto de siempre, es mutuo.

  3. Hola ilka, realmente no es una imaginación es la realidad de la mujer latina e indocumentada en el Norte, pero la forma de hacerlo visible, es fabuloso de tu parte, un abrazo desde Guatemala.

  4. Preciosos mensajes Ilka y preciosa también tu… ojalá estuvieras y lucharas desde acá, desde el seno mismo de tu pueblo, el cual necesita mujeres de ovarios bien puestos.. Bendiciones desde acá.

  5. Ana Luz Quiñónez Quezada

    Felicitaciones Ilka, tus relatos son extraordinarios. Me gusta mucho cómo escribes… Un abrazo, desde Guatemala.

  6. Vicente Antonio Vásquez Bonilla

    Querida Ilka: Te felicito por tu creatividad e imaginación. En otras palabras, admiro tu forma de escribir, no importa el tema, lo haces con facilidad y belleza. Besos, Chente.

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