La marimba es hembra.

– Muy a mi estilo saludo a la Marimba en su día, que es hoy y siempre-. La marimba es hembra. Ni más ni menos que mujer Melodía de ayer Nostalgia de hoy Respiro del corazón Ancestrales venas Milenarias Autóctono amor Autonomía de sonidos Agua de ríos En teclas caobas Recita y añora El suspiro del volcán En entraña de selva Camino de tierra Adobe y horcón Tarde en el corredor La sombra de pino Aroma de ocote Agua de laguna Que acaricia las lunas Cuando van a dormir Sobre la palma del techo En aldea desnuda Que llora con…

Continuar leyendo…

Gitana.

Gitana. A: mi Diamante Negro. De dónde has venido Pregunté Bebiendo de tus ojos La miel Acariciando tu piel Respirando en mi ser Mis manos durmieron Tranquilas En tu sonrisa mundana Artesana del destino Amor peregrino De paso y adiós Ocaso austero Pernoctando en los senderos Donde te descubrí Tímida y recatada Tormenta de aguas saladas Lluvia de abril A dónde te has ido Me pregunto Sabiendo en dónde estás Gitana pasajera De vagones transeúntes En puentes de lunas ajenas Que respiran serenas En la estación De bríos lozanos Donde descalza el amor. Ilka Oliva Corado. Febrero 19 de 2014.

Continuar leyendo…

Infierno de seducción.

Infierno de seducción. A: Cote Avello. Te pienso así Como te vi Infierno de seducción El cigarro en tus labios De ensimismado encanto Siluetas imprecisas En vaho de estío Recorriendo tu piel El tabaco en tu mano Tus ojos desnudos Tu voz hechicera Liberando conjuros Evocando el ayer Soberana mujer Aguda y obsesiva Te venera la vida Que te observa Desde el andén Cuando te posas Tranquila y callada A respirar el vaivén De las cuitas nocturnas De las sonrisas diurnas Que adormecen En tu ser. Ilka Oliva Corado. Febrero 19 de 2014. Estados Unidos.

Continuar leyendo…

Causa perdida.

La puedo ver Camina sobre la avenida La causa perdida Desapercibida De su existir No respira No cautiva La auto destructiva Forma de sobrevivir No hay alarma Que la sorprenda Ella misma es obsesión De sus infiernos Acomodados En sus pupilas De adrenalina Sin redención La puedo ver Cruzo la avenida Me voy a presentar Mucho gusto Soy una causa perdida También Adrenalina En los umbrales Del espejo donde te ves Soy el reflejo de tus pupilas Donde un día también miré Causas perdidas En sobredosis De transgresión Silencios muertos Y desaciertos Que dieron vida al corazón Que hoy respira…

Continuar leyendo…

Fragmentos.

Camino perdido Sin sentido He recorrido Los latidos De un corazón Herido El pulso Sin encontrar Mi voz sin hablar Qué rayos Ha pasado En este tiempo cautivo Astillas de un sendero Sin vislumbrar Pedacitos de mi alma Esparcidos en el mar Entre la tempestad Vagabundo pesar De una náufraga Que apostaba a fracasar Ahogarse en la adversidad Oscura vereda Cansada de intentar Guitarra de padecimientos Ungüento para curar Los dislates de una muerta Que hoy quiere cantar Con un puñado de fragmentos Que tu abrigo hizo juntar Toman forma de poesía Y tu balcón quiere saltar Para sentarse junto…

Continuar leyendo…

Desaparecieron.

Como escribirle al viento Una carta de amor Esperando que la lea Quien desapareció Quien cambiar quería Tanta porquería Del mundo en que nació Buscando la justicia En el lugar impropio Y con su vida pagó La valentía con que denunció Como abrazar al viento Y esperar que retorne Quien desapareció Mencionando su nombre Al borde del abismo De la impunidad Como decir te amo Por favor regresa Tu vida es la proeza De este jardín en flor Que lluvia de otros días Su raíz nutrió Como nombrarlas Como llamarlos Con la fuerza indomable De una añosa evocación En el…

Continuar leyendo…

Nía Luz.

Llegó a mí como si la hubiese evocado Ligera y Diáfana. Venía en una encomienda delicada enviada desde Guatemala por la afinidad de un buen amigo. Corrían los primeros días del año 2012. Aquel enero invernal traía para mí la poesía de nía Luz Méndez de la Vega. Abrí el libro emocionada, adentro leí la dedicatoria escrita por la pluma de penas contrariadas de un errante trovador de lunas llenas y de cuartos menguantes. En sus páginas respiré el olor a zacate de arada, a urbe y a adoquín. No había escuchado de ella. Me presenté y le dije: mucho…

Continuar leyendo…