Los zancos de Cecilia
Cecilia nunca imaginó que, de trabajar en una maquila en su natal Puerto Lempira, Gracias a Dios, Honduras, llegaría a trabajar pintando casas en Estados Unidos. Ella no aterrizó en restaurantes de comida rápida, tampoco en trabajos de mantenimiento, la esperaba el rubro de la construcción y la jardinería. Aunque en su país de origen las mujeres que cargan con la familia en hombros están acostumbradas a realizar tareas que por género les corresponderían a los hombres, lo nuevo para ella fue subirse en unos zancos para pintar el cielo de las casas. Cuando emigró le dijeron que trabajo en…