Arte | La Terminal

Dice el maestro Luis Palao, acuarelista peruano, que uno pinta lo que ama. Y qué razón tiene, porque nunca he podido pintar mi enojo, ni mi ira, esos los escribo, en cambio solo puedo pintar lo que le ha dado felicidad de mi alma. Mi pintura expresa solamente lo que me ha hecho feliz.

A los 8 años, tomaba el primer autobús de Ciudad Peronia hacia el mercado La Terminal, el mismo salía a las 4 de la mañana. Viaje que realicé todos los días lunes de mi infancia. Con mi bolsa de manta más al trote que caminando, me atravesaba el sector donde arreglaban zapatos y estaba la central donde compraban botellas y periódicos usados, toda clase de papel. Los empaquetaban como maleteados y los amarraban como tamales, o como amarran las cajas de cartón los viajeros que echan sus tiliches en las parrillas de los autobuses.

El olor de la madrugada traía consigo las sandías maduras, los melones y las piñas que descargaban por mayor a un costado de la repollera y de la línea del tren que colinda con la subidona hacia la Avenida Bolívar. Ahí mismo me metía en los corredores de la cebollera, donde rojeaban las cebollas coloradas, pitayonas. Les seguían los costales de limón y toronjas, los canastos con peruleros, güisquiles y guías de ayotes. Los costales con frijoles, arroz y la cantidad de especies de colores tierra, ocre y achiote.

El corredor de las bananeras, los mangos y las naranjas. Donde vendían las bolsas de palitos para los helados, los cocos y las rapaduras. Tenía 30 minutos para comprar la fruta, que para eso tenía que recorrer prácticamente el mercado entero porque cada una quedaba de punta a punta del mismo. Cuando me sobraba, entonces compraba una medida de yuca o de plátanos, no me alcanzaba para nada más. Pero mi felicidad siempre fue comprar el medio ramo de claveles rojos, que nunca me alcanzó para el ramo entero y le pedía de favor a las vendedoras de flores que me vendieran solo medio ramo porque no me alcanzaba, desde entonces y por recuerdo a esos años los claveles rojos son mis flores favoritas.

Los colores, el sonido de aquel mercado, su gente, sus corredores y su esencia, se quedaron conmigo como un abrigo que ha arrullado mi alma todos estos años. Hasta hoy los pude pintar, por supuesto, a mi estilo, con mi pincel de autodidacta.

De la serie Raíces. Acrílico sobre lienzo. Título: La Terminal.


De la serie Raíces. Acrílico sobre lienzo. Título: La Terminal.

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Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado

27 de junio de 2021.

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