Boystown.
Eran las vísperas del desfile gay en la ciudad de Chicago el verano pasado y yo asistí a una reunión social cerca del lugar donde inicia el desfile, ya se veía movimiento de los preparativos para las carrozas, lo cual fastidiaba a algunos de los asistentes que no podían ocultar su homofobia. De pronto se formó un grupito de personas de África, Asia y Europa me invitaron a participar, yo era la única latinoamericana y solo conocía a la persona que me invitó; comenzamos a conversar de las zonas de interés en la ciudad para ir a disfrutar los fines…