Arte| Manzana amarilla

Esta pobre está pepe, no tiene serie. Es una manzana amarilla que pinté en acrílico y que de pronto me trajo el sabor de los perotes que venden en el mercado La Terminal, cerca de los corredores de las cebolleras y los cítricos, donde venden limones, limas y pomelas por mano y por ciento. A un costado de la venta de moras y a menos de veinte metros de las meloneras, cerca de donde venden las piñas y papayas, por la entrada de la avenida Bolívar, allá en la bella Guatemala que nos nutrió la infancia a los que hoy la vemos desde la diáspora.

Tal vez un día agarre aviada y pinte uno de esos corredores que embellecieron los días lunes de mi infancia, o tal vez no y sólo queden en mi memoria. Por el momento mis intentos llegan a esta hermosa manzana amarilla y está bien, porque para mí es impresionante poder tener la posibilidad de tener un pincel, colores y un lienzo para la felicidad de mi espíritu.

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Ilka Oliva-Corado. @ilkaolivacorado

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