En el Día Internacional del Libro, rindo homenaje a los analfabetas y a los Pueblos Originarios, que sin saber leer ni escribir, pasaron de generación en generación: su cultura, su raíz, valores, conocimientos, sabiduría, y su identidad que sigue perdurando a través de los siglos.
A los pueblos nómadas del mundo que no tienen nada que ver con urbanizaciones ni progresos capitalistas, y siguen intactos, con sus propios métodos de educación y sobrevivencia que no incluyen libros, ni inyecciones, ni automóviles, ni teléfonos celulares.
A los sobrevivientes de las tribus más recónditas que han poblado la tierra, por mantener los secretos de sus ancestros bien cuidados y guardados, donde ninguna letra e imprenta puede entrar.
A los ancestros analfabetas que tienen la sabiduría de la vida.
Loor a los meros tatascanes.
Ilka.