Las mampluzadas de un desfile centroamericano ficticio.

Era nuevamente el mes de septiembre, la colita del verano en la bipolar ciudad de los vientos. Invierno total allá pondeuno… sí allá… en la tierra de tus abuelos, tus Tatas y tuya también.Y se acercaba la fecha en la cual todo aquel chapín de buen talante que vive en el extranjero se llena de orgullo y que como siempre con la nacada por delante, tapiza su carro con banderas de su patria, anda puestas playeras rotuladas topadas de frases que invitan a ir a vacacionar a la tierra del quetzal, de la marimba y de las guapas mujeres y…

Continuar leyendo…

La avenida Bolívar se está petateando…

La avenida Bolívar se está petateando… Algo así era el nombre del artículo que leí hoy en Revista Domingo. Al observar esas fotografías de tan vulnerable fachada, montañas de recuerdos se dejaron caer de golpe sin pretender amortiguar con el suspiro la nostalgia de años pasados. La avenida Bolívar, llena de remiendos, sin necesidad de cerrar los ojos veo en éste instante los colores de aquellos comercios, los gritos de: “pase adelante seño, pregunte sin pena”, durante años anduve recorriendo en camioneta, a pie, en bicicleta esas pellejosas calles, estoy impregnada del olor de la Superpan, de la Iberia (con…

Continuar leyendo…

De los aguaceros de mayo y el sopor de la melancolía.

La tarde del «sábado chiquito» como llamaban al día viernes en Guatemala, Martina salió de su trabajo, a miles de kilómetros de distancia del país tercermundista (como lo llamaban los extranjeros pero para ella era esa joya invaluable que añoraba volver a ver). Había partido 16 años atrás en un día soleado de octubre, como todo aquel que emigra: pensando regresar en dos años, porque decían, los que iban de visita: “en el norte la paga era buena”. Ir a fajarse durante un par de años se levantaba cabeza y regresar con algo de que disponer. Pero entre tanto tushte…

Continuar leyendo…

De a vara y un tostón en las horas pico.

Cantan los gallos en la fría madrugada de un día como tantos otros: simple, gris y descolorido en la vida de la plebe; una jornada laboral más se anuncia. Cansado se levanta el trabajador, con el sueño pegado en la piel, el ardor de ojos, el dolor de los callos en los pies, con las tripas chillando  por el  hambre y los sueños olvidados entre la congoja de la triste realidad. Poco a poco se van encendiendo las luces de las casas y se escucha el movimiento de la población: las jarrillas despeltradas que llevan hirviendo en sus entrañas el…

Continuar leyendo…

Entre la FM Joya y el Voceador de Periódicos.

Lo que va recorrido del mes de abril ha sido para mí de puros reencuentros, despeñaderos y encontronazos con las nostalgias y las bandidas añejas melancolías. Todo empezó cuando un amigo que radica en otro de los estados vecinos del área norte del país, llamara por teléfono para departir es decir; casaquear y ponernos al día de las peladeras semanales que no faltan en una relación entre chapines. Lo primero antes del habitual, ¡hola vos!, es preguntar por el estado del tiempo, en éste sector te informan del tiempo cada diez minutos, en los programas televisivos, en las estaciones radiales,…

Continuar leyendo…