¿Sonata? No, a ella no la conozco.
Eran las 10: 00 de la mañana del día de ayer cuando, de repente como por arte de magia recibí una llamada en mi teléfono celular, era mi jefe que me decía que me regalaba dos entradas para ir a disfrutar de un concierto de música clásica y sin saber muy bien que significado tenía esa lengua acepté y en menos de 20 minutos ya tenía en mi poder las dos entradas. Ahora el problema incurría en buscar al o la acompañante, llamé por teléfono a varias personas pero al parecer la música clásica sonaba algo así como a un…