Para contemplarte.

Cuando se apague la luz y solo quede la soledad del silencio y la humedad en el vidrio empañado sea solo una confusión, cuando los estribos se marchen libres por el camino de tierra y la angustia dormite sosegada, cuando las caricias se miren a los ojos buscando un instante de inmensidad, cuando el rescoldo repose; desde la diáspora de mi abandono yo regresaré a tu ventana por la avenida solitaria, para contemplarte en la oscuridad. Ilka Oliva Corado. 16 de octubre 2014. Estados Unidos.

Continuar leyendo…

Después de la lluvia.

Después de la lluvia, cuando muera el ocaso, cuando la noche arrulle el silencio en la oscuridad, cuando deambule en la avenida la inocencia. Después de la despedida, cuando se enfríe el café, cuando llore en soledad la madrugada, cuando se marchiten los crisantemos, después del amor, cuando el queroseno acaricie el quinqué. Después de la última niebla, cuando ya no quede vestigio alguno, seguirás siendo el idilio entre las musas y mi caos. Ilka Oliva Corado. Octubre 16 de 2014. Estados Unidos.

Continuar leyendo…

Dejará libre tu puerta.

Cuando el murmullo ya no despierte mariposas, cuando ya no nombre y no deambule entre las rosas, cuando ya no se interponga entre el silencio y las deshoras, cuando se sequen las odas, cuando sus armas insuficientes renuncien y lancen al mar sus reservas, cuando se evapore el vacío, cuando se marchen las musas. Cuando mi poesía ya no tenga excusas de vorágine ni manifiesto, dejará libre tu puerta, dormirá sosiega en el olvido. Ilka Oliva Corado. Octubre 15 de 2014. Estados Unidos.

Continuar leyendo…

Palabras.

Hay palabras que vienen del tiempo Otras que bajan de la luna Hay palabras que corren de prisa Y otras que abrazan la bruma   Hay palabras que hieren y matan Otras que abrigan y curan Hay palabras silvestres Y otras que despiertan bravura   Hay palabras que desnudan Otras que libertan Hay palabras entre dudas Y otras que conversan   Hay palabras silenciosas Otras tan dispersas Hay palabras que reprochan Y otras tan inmersas   Hay palabras que sucumben Otras que embelesan Hay palabras que retumban Y otras que regresan   Hay palabras que se marchan Otras en floresta…

Continuar leyendo…

Un texto prodigioso.

“Soy su Nana pero no soy santa y quiero que lo tengan muy claro,” palabras de mi Nanoj que aprendimos desde niñas. “Soy mujer y los parí a ustedes pero no soy santa, soy mundana”, con eso solita se baja del altar por si pensábamos colocarla en esa altura venerable. “Aprendan porque yo no les seré eterna.” “Aprendan a hacer bien el oficio porque cuando se casen no van a hablar mal de ustedes sino de mí.” “No existe mujer santa.” “Las quiero ver sacando fibra.” “Pero ya se me paran en un pie.” “Mastiquen como la gente no como…

Continuar leyendo…

Secuestradas.

Una caravana de vehículos de doble tracción detiene el autobús, bajan hombres vestidos de negro, llevan armas de grueso calibre y gorros pasamontañas. Toman a las mujeres y las bajan a la fuerza, las suben a los vehículos y se van. Son indocumentadas, el pitazo lo dio un pollero que tiene tratos con policías y con traficantes del Instituto Nacional de Migración. Entre las secuestradas van niñas, adolescentes y mujeres adultas, todas centroamericanas. Las llevan a una casa bodega a las afueras del poblado, ahí las amarran de pies y manos, serán repartidas en varias casas de citas y bares…

Continuar leyendo…

El ultraje.

El coyote le tapa la boca con una mano y la arrastra hacia atrás del tren estacionado, la sube a un vagón vacío y la lanza contra la pared. Se baja el cierre del pantalón, la arroja de espaldas contra el suelo, la abre de piernas y con una navaja corta su calzón de niña. Goza con la pequeña cavidad que está ultrajando, se excita al escucharla llorar, empotra su mísero falo una y otra vez. Le ordena que se ponga a gatas y la embiste de nuevo con toda su fuerza, con toda la lasciva de un violador impune;…

Continuar leyendo…