Es mejor una ladina que una india, para vicepresidenta.

No sé si a usted le pasó, pero a mí sí. En las elecciones pasadas en Guatemala, muchos letrados con esos sus aires de alcurnia y su distinta clase social me dijeron, literal: “es mejor una vicepresidenta ladina que nos represente, que una india patas rajadas.” Con esa arrogancia del racismo y el clasismo propio de ciertos asoleados que porque viven en las casitas del barrio alto (y la mayoría de ellos que quisieran, pero ni arrastrándose…) y tienen perchas de pergaminos universitarios. Ahí está pues, su vicepresidenta ladina les dio en todo el pocillo, por hocicones. No solo eso…

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Si me das a elegir.

Si me das a elegir Cordura imperiosa No me quedo contigo Mi embeleso es la Diosa   Si me das a elegir Retoño fecundo Yo me acurruco en tu nido Y que ruede el mundo   Si me das a elegir Modesta poesía Yo me desnudo contigo Sin tanta ironía   Si me das a elegir Entre el albor y el ocaso Yo toco a tu puerta Y me duermo en tus brazos   Si me das a elegir Entre el silencio y la bruma Yo me quedo contigo Abrigada en tu ternura.   Ilka Oliva Corado. Mayo 06 de…

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Rosario.

Está golpeada, su rostro sangra, no logra distinguir con claridad, ¿cuántos la han violado ya? La golpean y la abusan los narcotraficantes que custodian la casa-bodega. Piden un rescate de veinte mil dólares a su tía que vive en Nueva York. Rosario es hondureña, tiene trece años, es la mayor de cinco hermanos. Se fue de su natal Comayagua porque la mara Salvatrucha la quería reclutar para los envíos de paquetes de droga, de no hacerlo su vida corría peligro. ¿Cuántos la han violado ya? Cómo olvidar la noche en que le pasó encima la mara como castigo por negarse…

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Guatemala renuncia a su lipidia.

Tantas veces me han preguntado a lo largo de mi vida, que por qué odio a los letrados, que por qué les tengo recelo, me preguntan si la envidia que les tengo es acaso por la infancia de miseria que tuve. Estas preguntas vienen con la afirmación.   Y no es envidia, ni odio, ni recelo. Lo que sucede es que los letrados a mí nunca me han maravillado, no los veo como dioses, nunca les he rendido pleitesía y nunca me he sentido un ser inferior debido a mi vida de vendedora de mercado. Lo que sí es que muchos…

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Lluvia en el corredor.

Lluvia en el corredor. Es mi obsesión Acariciarte: Con mi voz Con mis anhelos  Con mis desvelos Con mi intuición. Desnudarte: Con la niebla del acantilado Con la brisa nocturna  Con mi nostalgia  taciturna  Con la aspereza de mi clamor  Con la proeza  Con mi renuncia Con mi emoción. Admirarte:  Con la alegría de amarte  Con la intensidad de respirarte Con mi fervor.  Tuya es mi ventura Tuya mi obsesión  Tuya mi poesía  Tuyo mi corazón   Tuyos mis delirios  Tuyo mi resplandor Tuya mi locura  Tuya mi razón Tuya es mi vida Lluvia en el corredor.  Ilka Oliva Corado.…

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Manifiesto a la identidad.

Muchos andan por la vida intentando parecerse a otros. Tener lo de otros, ser otros. Negando con esto su identidad y la exclusividad de la esencia propia. El mundo en su avalancha de mediocridad exige que se debe renunciar a la originalidad para ser aceptado. Que quien quiera triunfar debe vestirse de zalamería y de retórica. Para alcanzar el éxito entonces el ser humano tiene que descascarse y teñirse la vida con la falsedad implacable. ¿De qué sirve la vida si se ha subastado la inherencia a cambio de unos cuantos centavos, renombre y elogios, o una escala en otro…

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La Guatemala que olvida pronto.

Con los acontecimientos de los últimos días en Guatemala, vinieron a mi memoria la cantidad de insultos que recibí de lectores que apoyaban fervientemente al otrora candidato a la presidencia, el genocida Otto Pérez Molina. En ese tiempo yo era tan inocente y confiada que el número de mi teléfono celular hasta cierto punto era público, y por esa vía también comencé a ser atacada. Recuerdo que perdí amistades que para mí eran del corazón, ellas se alejaron tachándome de resentida y que este país me había cambiado y que yo me había agringado. Que no quería el progreso de…

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